Pablo Iglesias y su guarnición de acólitos

Con estos de Podemos sucede lo mismo que con los nacionalistas, que cansan, que aburren. Están todo el día machacando, pero todos: cuando paran unos, siguen los otros, y así se van relevando -!ojito!- día y noche, si es preciso. !Y dale que dale! !Y dale que dale! Lo peor de todo es que, al final -por no oyélos-, ganan, se salen con la suya. Pese a quien pese y haya que saltar por donde sea necesario brincar. Si hay barricadas, mejor que mejor. Eso de las barricadas les encanta, oye. Pero, todos juntos, en manada, como cuando fueron a la televisión, es decir a la RTVE, de "compis" de Pablo Iglesias, dicho sea de paso, "el barredor". La que armaron, ya lo dijimos, acojonaron, y lo que se dice en estos casos: como elefante por cacharrería. Y más: querían obligar al personal a que se pusieran el lacito -que si se fijaron ostentaba "el barredor" durante la entrevista- en defensa de la televisión pública y menospreciaron a los contertulios, lo que a eso también se puede calificar de vejaciones, detrás de la cámara. !ay, ay, cielito lindo, como toquen Poder!

De esa noche negra, hay algo que está pasando más o menos inadvertido o dicho sea de otra manera, a lo que no se le ha dado la importancia que realmente tuvo y que conviene tener muy en cuenta para un futuro próximo y que no es otra cosa que las redes sociales. Estos otras cosas no sabrán, pero picias... todas las habidas y por haber. Y esa noche lo hicieron valer, hasta lograr que el programa alcanzara la máxima audiencia o, como dicen en inglés los entendidos, el 'Trending topic'. Y lo aprovecharon. Porque, si en vivo y en directo ya intimidaban al presentador y a los contertulios -para chulos, ellos-, a través de las redes sociales se lo montaron bien: hicieron echar chispas a Twitter y Facebook. Se las saben todas. A ver si se van enterando los del pesoe y los del pepé, que están más preocupados de "El pequeño Nicolás" -!o es que acaso tienen motivos para ello!- que de lo que se les viene encima. Lógicamente, estos lo tenían preparado y previsto; estos estaban al acecho; estos reclutan fácil y rápido. !Guerra de guerrillas, que están muy locos estos romanos!

Mira que dio de sí la jodía noche. Mira que se ha escrito sobre lo acontecido. Y lo que vendrá. Fíjense que hasta compañeros de profesión de Sergio Martín le han afeado su conducta durante el programa y aconsejan a los estudiantes -futuros periodistas- que nunca hagan una entrevista como la que hizo Sergio Martín. Bueno, hombre, no es que sea el mejor ejemplo a imitar, pero ahí te quería ver, en esas mismas circunstancias -!valiente diablo, que sabes más por viejo que por diablo!-, dando una clase magistral. Porque tú lo vales, y no te hace falta ninguna octogenaria. !Ala, a correr! Del que estuvo antes en 24 horas como presentador, ni nombrarlo, pura bilis.

Y nada más, por ahora, de este asunto. Sergio, que hayas descansado. Nos alegramos. Pero no bajes la guardia. Porque por estos, ya lo sabes, que son ya tus enemigos, lo llevas claro; los vas a ver venir, y te podrás defender, como puedas. Lo peor puede caerte del que ahora te apoya: a ese no lo verás venir, y te arrojará a la cuneta, como a tantos otros heridos de gravedad, con ganas de venganza. Así les va, y lo peor es que no aprenden.