Arturo Mas, el delincuente mejor pagado

El presidente de la Generalidad de Cataluña, el delincuente Arturo Mas, cobra al año un total de 144.030 euros. Créanselo, es cierto. Por ejercer de sedicioso, instigador al enfrentamiento, malversador de fondos y de desobediente a los tribunales. Además de engreído, analfabeto y chulo, este chorizo es recompensado al año con esa cantidad de dinero, que se le paga con nuestros impuestos; y tiene chófer oficial, en la figura de Felipe VI -que se dice rey de todos los españoles-, que le dedica una gran parte del tiempo de su discurso de Navidad. ¡Como te coja, rapaz!
Que no le falte de nada a Arturo. ¡Llamadme tonto, pero dadme de comer! Con ese sueldo tendrían muchos españoles asegurado el pan para más de veinte años, se dice pronto, y va éste y se lo cepilla en lo que cambia el último dígito. Por su cara bonita -¡je, je!-. Los méritos, pues, esperen un momento, que pienso: de sesera, poca; de maldad, todo lo que se quiera. Al fin y al cabo, ya tiene asegurado el condumio, así que lo que venga a partir de ahora es jugar y cantar, pasar el tiempo, evitar el aburrimiento, verse en la tele, actuar como vedette en tugurio, y, si le sale amante, mejor que mejor. Merece el esfuerzo, que son 144.000, que no se ganan en una tarde. O sea que 65.845 más que el mismísimo presidente del Gobierno de España, el ínclito Mariano Rajoy. Total por estar llorando todo el día, para que se enteren de que Cataluña también existe. Pero, miren, no puede presumir de tener un jamón como el de Teruel, por lo menos en tanto no se anexione el territorio. Ojo.

Claro, que hay otros presidentes de otros tantos reinos de Taifas que, igualmente, ya les vale, ya. El presidente de Madrid, cuyo mayor mérito en su curriculum es haber ido ascendiendo desde joven en el escalafón del pepé, se mete al mes 133.742 euros. Y el de las Provincias Vascongadas -a ver si no voy a llamarlas como me apetezca-, Íñigo Urcullu, otro que de aquí a poco iniciará la conspiración contra el Estado, 97.519 euros. Luisa Fernanda Rudi, -me suena de algo, me suena- de Aragón, 80.194 euros. El cara dura de Extremadura, José Antonio Monago, cuyas canitas al aire -y encima llorón, qué vergüenza- las hemos tenido que pagar nosotros, 78.185 euros (a ver cuando devuelve el dinero, como dijo). Al de La Rioja -a éste no lo conozco ni por asomo-, un tal Pedro Sanz, le corresponden, pobre, 71.886 euros. Y así, poco a poco, vamos descendiendo hasta los dos últimos: el presidente de Asturias, Javier Fernández -famoso en su casa-, que se lleva 63.700 euros, y el miserable de Cantabria, Ignacio Diego -su partida de nacimiento ha de constar en algún sitio-, al que sólo le corresponde el pellizco de 59.534 euros. pero si le hace falta más, para eso estamos, que no dude en pedir.

Vértigo me da hacer una suma con todos los salarios -que conste, algo más que el mínimo interprofesional-. Y ya no quiero tampoco añadirle las prebendas de coche y chófer oficiales, y algunos hasta domicilio, y que no se gastan ni un duro. ¡Mientras más tienen, mas "agarraos"! Miren, sinceramente, que no quiero hacer cuentas, porque me da vértigo, no es mi oficio y para lo que cobro en el mío no merece ni molestarse. Y si creen que les tengo envidia por los euros que se meten en la cartilla, pues, sí, no se equivocan, y mucha. Ya vendrá Podemos con las rebajas. A ver.