Traductor

Buscar en este blog

domingo, 4 de enero de 2015

Corrupción en 2015, más de dos mil imputados en espera

Alá, ya llevamos cuatro días transcurridos del año 2015. Entre tanta fiesta de por medio, fines de semana, un adiós-hasta luego, después nos vemos, nos estamos metiendo de lleno en la "cuesta de enero", es más ya tenemos encima la Semana Santa, así que a desempolvar las túnicas y a la lavandería, que pronto tendremos que acompañar por las calles al Nazareno, y de ahí a las Navidades un "paso". Entre tanto, a algunos les va a tocar pasar su particular pasión en los tribunales a causa de las corruptelas, aunque lo mismo les da, porque ni van a oler prisión o bien van a entrar por una puerta y salir, como quien dice, por la otra. Eso sí que cabrea, a nosotros.
Ahora mismo, hay dos mil imputados por motivos de corrupción; tampoco es tanto, tan sólo un "puñao". De los 170 condenados en lo que va de legislatura son muy poquitos los que están en prisión -¡y cómo están!-, así como dos de cada diez, que son alérgicos a las rejas, se oxidan y producen infecciones, así que lo solucionamos con multas e inhabilitaciones. Total, que no devuelven lo que roban, las multas son un chollo, porque se paga mucho menos de lo que se llevan y lo de las inhabilitaciones se lo pasan por el arco del triunfo. Sin pedir perdón, sin devolver lo más mínimo de lo robado y sin prisión. A vivir que son dos días.
Así me comentaba el otro día una persona ligada a los tribunales que al delincuente Arturo lo más probable es que lo inhabiliten, y que ya era bastante, que para él supondría un gran mazazo. ¡Y a mí qué! Increíble. O sea que por desobedecer al Constitucional, promover la sedición, instigar al enfrentamiento entre españoles, gastarse nuestro dinero -malversación de fondos-, al chulo ese sólo lo van a inhabilitar. Pues, joer, qué bien; y siempre agradecidos a la Justicia. Por mucho menos, qué digo por mucho menos, por casi nada hay bastantes que la están penando.
Pues a ver si este nuevo año, vemos resolver alguna de esas dos mil causas pendientes, y luego nos reímos todos. Tenemos por ahí lo de los ERE, de Andalucía, con más de cuatrocientos imputados, algunos hasta con cantidad de billetes como para asar una vaca; los de la trama Gürtel, que tampoco se quedan para atrás; la mafia de los Pujjol, que todavía no se sabe bien hasta dónde han llegado en cantidad de euros, mucho, pero que siguen correteando por las calles, como si "ná"; las tarjetas negras de Caja Madrid, con la implicación de Rodrigo Rato, que estuvo a un tris de ser candidato a la presidencia del Gobierno; la trama Púnica, con el cara dura de Granados, que salía en las tertulias televisivas poniendo a parir a "toquisqui"; y no nos olvidemos del caso estelar, el de Nóos, con la implicación de la hermana del Rey, la infanta Cristina, y su marido, exjugador de balón mano, Ignacio Urdangarín,  o como se escriba.
Por como van las cosas de palacio, no sé si nuestros ojitos verán alguno de estos casos resueltos y los otros tantos mil, que, por suerte para ellos, pasan casi inadvertidos por la popularidad de los citados. Quizá mejor sea no verlo, porque las resoluciones judiciales podrían destrozarnos, a nosotros, no a ellos. Y si esta presunción, señores jueces, fiscales y letrados, pudiera considerarse delito -que no lo sé y tampoco me importa mucho-, pues ya saben, si no quieren caldo, dos tazas y una túnica de cofrade para expiar las penas, que, como digo, se nos está llegando la Semana Santa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar con respeto