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miércoles, 7 de enero de 2015

El PP quiere presentarse como "el partido de la estabilidad"

En diciembre, o antes, el partido de  "el barredor" Pablo Iglesias anunciaba que para el 31 de enero convocaría una multitudinaria manifestación en Madrid para que se viera el apoyo con el que contaba Podemos, por eso de intimidar y amedrentar e ir moviendo la calle con vistas a las elecciones; otra cosa no, pero eso lo saben hacer muy bien los comunistas. Ahora los del pepé son los que preparan una Convención nacional de tres días, también para final de mes, con inclusión de Manifiesto Electoral; días antes, harán público el nombre del coordinador de Campaña. Ahí es donde Arriola demostrará, por si alguno lo dudaba o lo odia, que su sombra es alargada.
Mariano Rajoy va a tratar de que de esa Convención llegue a las sociedad un mensaje claro y nítido: que el pepé es "el partido de la estabilidad". El desarrollo, el desenlace y el esperado manifiesto electoral marcarán pautas. Importante también es el morbo que se está creando en torno a las listas de las principales cabeceras electorales, sobre todo de las de Madrid y Valencia. Y sobre todo las de Madrid, tanto a su Ayuntamiento como a la Comunidad. 
La lucha intestina para esta plaza -importante política y psicológicamente- es dura. Ahí está la ex -ministra, diputada, presidenta de Madrid- ofreciéndose tal cual y lo mismito que una doncella vestal, Esperanza Aguirre, "paloquelpresigustemandar", para encabezar la candidatura al Ayuntamiento. A ver qué dice Mariano, a ver. Porque, ya se sabe, que ha encargado una encuesta con varios nombres como posibles alcaldables: la susodicha "Espe", la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, el presidente del Senado, Pío García, la ministra Ana Pastor, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la vallisoletana, a la que se "la" considera la mujer más poderosa del pepé, pero que no parece que inspire pasiones entre el electorado madrileño. Así que, dice la encuesta, empate técnico entre la delegada del Gobierno y "Espe", aunque ninguna de las dos se haría con la mayoría absoluta. Crudo lo llevan. Para la Comunidad, también veremos si repite el que está, Ignacio González, que el ambiente está caldeado, aunque cuenta con bastantes posibilidades. Lo contrario, otro candidato diferente, sería una gran sorpresa, para los militantes y para los votantes.
En estas estamos, esperando a que nos vendan que después del gran esfuerzo realizado por todos los españoles no vamos a tirar todos los logros por la borda, a lo que añadirán en su programa -como ya están adelantando, filtrando- un pacto cívico por la regeneración, un plan de apoyo para las familias, modernización de la Administración y nuevas medidas económicas, en las que se incluyen más medidas contra el paro.
Bueno, pues como que todavía no han empezado, y ya se muestran eufóricos estos peperos, a los que -me comentaba un alto militante del partido- han venido a ayudar los de Podemos, porque "están fraccionando a la izquierda y a nosotros no nos quitan". Con lo que no cuenta este apasionado, influyente él, es que la gente no olvida, que ese sacrificio que hemos tenido que hacer los españoles ha sido obligado, que todavía hay mucha gente en el paro, que los de ETA -el caso Bolinaga no se olvida- están saliendo, cada día más a la calle, que los corruptos siguen también en la calle -y sin devolver un duro- y que el delincuente catalán Mas nos ha chuleado, con la aquiescencia del Gobierno, no digamos los Pujjol y por la TVE no hacen más que salir los de la "ceja", como Miguel Bosé, Serrat y Sabina. Y que de bajadas de impuestos "nádená". Y más. ¡Puff!
Puede que tengan motivos para estar eufóricos -ellos sabrán, los peperos-, pero también puede que se equivoquen al creer que la llegada de Podemos les va a beneficiar, cuando es más que probable que les resten votos: de los cabreados, si no lo remedian los griegos de Sryza. A todo ello habrá que sumar/restar las papeletas de los cabreados que votarán otras opciones como Upéydé o Ciudadanos y los de los cabreados que se abstendrán -¡ojito con la abstención!-, más las de los nacionalistas. Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero. Son poquitos a poquitos, pero que pueden doler mucho.

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