La manifestación de Paris era "Charlie", "capital del mundo"

Emoción y rabia contenida. Esos sentimientos se unían ayer en torno al más de millón y medio de personas que se dieron cita en las calles de la capital de Francia, en contra del terrorismo yihadista, en solidaridad con las víctimas y en defensa de la libertad. Fueron más de cincuenta líderes mundiales los que acudieron a la capital gala para encabezar una manifestación, que ha hecho Historia, con la presencia en primera fila, del primer ministro israelí, Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Habbas. La capital gala, París, era "Charlie" y, por un día, se convirtió "en la capital del mundo", como aprovechó para decir el presidente francés, Hollande.
A nosotros, desde aquí, apostados frente al televisor, apenas podíamos reprimir la envidia por ese comportamiento del pueblo francés y de sus ciudadanos, que, además, han sabido reunir en torno a ellos a los líderes políticos mundiales, incluidos el israelí y el palestino. Pero también nos invadía el recuerdo hacia nuestros compatriotas, tantas y tantas víctimas, asesinados por la banda de mafiosos de ETA y los más doscientos fallecidos en los atentados de Madrid, hace diez años. Y nos embargaba la amargura, la impotencia, de ver el día antes cómo los proetarras se manifestaban por la calles de Bilbao en favor de los presos asesinos, para quienes pedían la amnistía total, para esos que ni piden perdón, ni se arrepienten, ni indemnizan a sus víctimas, ni colaboran con la Justicia para aclarar más de trescientos asesinatos. Y todavía osaban gritar que "los presos vascos a casa". Como si aquí no hubiera pasado nada.

Cómo no tener envidia de La France, cuando tan sólo un día antes en España se manifestaba por las calles de Bilbao el brazo político de ETA, acompañado por el portavoz en el Congreso de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), del representante de Comisiones Obreras en el País Vasco (cocos) y del que fuera coordinador allí mismo de Izquierda Unida (iuú). Todos ellos ya sabemos quiénes son; no es la primera vez que se retratan. No nos sorprenden, pero la verdad es que provocan cabreos.

Cómo no tener envidia de La Republique, si el partido Podemos, a quien las últimas encuestas dan como posible ganador de las elecciones en España, ante esta manifestación a favor de los asesinos etarras afirma que "hoy no podemos cerrar los ojos frente a la gran movilización por los derechos humanos". De momento, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, "el barredor" no ha cesado a nadie, ni ha desmentido ese apoyo de su partido a ETA. Pero, aunque lo haga, a nosotros nos da igual; a él, seguro, le resbala. Porque al día siguiente volvería a apoyar a los asesinos y volvería a desmentirlo. No hay que olvidarse de la conexión que ha tenido o sigue teniendo personalmente con Bildu, y con los regímenes venezolano e iraní. Es implícito de los comunistas el mentir y mentir y utilizar cualquier medio para lograr sus fines. Lo grave es que puedan convencer.

Cómo no vamos a tener envidia de Francia, cuando a la manifestación de París se presentan, además del presidente del Gobierno español -como no podía ser de otra manera-, Mariano Rajoy, el presidente de la Generalidad de Cataluña, Arturo Mas, y el secretario general del psoé, Pedro -¿qué?-. No asume el delincuente Mas que él no es jefe de Estado, pero insiste en figurar como tal, cuando sabe -solo es cuestión de tiempo- que va a ser inhabilitado. Y el que no es ni tan siquiera presidente de nada es el del pesoé, que solo es secretario general del partido, de momento, hasta que la jefa andaluza, Susana Díaz -¡vaya lobo con piel de cordero!- lo quiera. Como siempre, Arturo y Pedro, a ver quién la da más alto. Esperamos vislumbramos, aunque sea en lontananza, en una manifestación de las víctimas del terrorismo en España. ¡Qué penita!