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domingo, 1 de febrero de 2015

El juez sedicioso lo era fuera de la jornada laboral

El juez Santiago Vidal, de la Audiencia Provincial de Barcelona -el de la redacción de la Constitución de Cataluña- está más contento que unas pascuas y se ríe de todos los "coleguis" que quieren hacerle daño -son malos, los malvados-, porque dice que su expediente ha caducado. Hasta ahora, a la chita callando, que vaya pasando el tiempo, que esto también lo cura. Primero lo quisieron suspender de funciones da manera cautelar, pero la Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) lo rechazó. Así que, ganando tiempo de manera remunerada.
Y tiempo más tiempo, igual a más tiempo. Porque ahora -que es anteayer- la Fiscalía ha propuesto que se expulse a Santiago Vidal de la carrera judicial -rima-, cuando ya han tenido tiempo los niños catalanes de aprenderse de memoria el borrador de lo que será su próxima Constitución. Pero sucede que, otro magistrado, Antonio Fonseca, a partir del informe del fiscal, tendrá que hacer una propuesta -tiempo- a la Comisión Disciplinaria del CGPJ, para que estos del "cegepejota" decidan -tiempo- cuál es la sanción que pueda corresponder.
Pero es que, anteriormente, el que ha sido promotor de la acción disciplinaria en el "cegepejota", que no es otro que el citado Fonseca, cuando envió el pliego de cargos a Santiago Vidal, para que este se defendiera -tiempo-, proponía tres sanciones: suspensión de empleo y sueldo durante tres años -no importa, la Generalidad me recompensará-, traslado forzoso fuera de Cataluña -cualquier cosa la acepto, pero nunca que me alejéis de mi madre patria. Ya, pero que tampoco nos lo manden "paquí"- y la expulsión de la carrera judicial -eso no se lo creen ni ellos; antes de que resuelvan, todo habrá concluido-. La suerte está echada. Vaya galimatías.
Pese a todo, Santiago Vidal -Santi, en castellano, para los amigos-, siguiendo el curso de la historia en el tiempo, replicó -defendiéndose y sin perder la compostura, es decir una amplia sonrisa, que están los de las cámaras- que qué se han pensado estos, tengo el mismo derecho a la libertad de expresión que este que está escribiendo sobre el caso. A mí no me meta en sus líos, su señoría, a ver si ahora la cogen conmigo. A lo que estamos, y sin perder más tiempo.
No quiere decir con esto que niegue y perjure que con él no va el asunto. No, no, qué va; es más, en varias ocasiones ha dicho que sí, que él ha participado en eso del borrador -que no se trataba de borrar, que escribíamos-, tan pancho y cara al sol. Lo que sucede, que los del "cegepejota" no se percataron de que todo esto lo hacía en sus horas libres, o sea fuera de las horas de trabajo. Acabáramos, haberlo dicho antes. Y para eso, tantas molestias. Mire que nos ha dado quebraderos de cabeza. Nos lo advierta antes, leñe, porque cuando arengue a las masas para la sedición o enfrente a los españoles o queme la rojigualda -es un decir-, pues no pasa nada, siempre que esté en sus horas de merecido asueto. Lo mismo que si dispara el fusil, que no se hubieran puesto delante, que era de "jobi". ¡"Quietosparaos"!, yo ya cumplí con mi jornada laboral. Además -que déjense en paz de gilipolleces-, el expediente ya ha caducado y aquí no hay nada que hacer. Olvídense. Al tiempo.

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