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martes, 17 de febrero de 2015

El ministro de Justicia confía en Venezuela

Vamos a ver, si Maduro -a través de sus acólitos y por inspiración divina de Hugo Chávez- convoca en el mismo Palacio de Miraflores -sede del Gobierno venezolano- a los representantes de las potentes empresas españolas establecidas en Venezuela para obligarlas a que estas no den publicidad a los medios de comunicación españoles con el fin de que dejen de criticar a Podemos y, a la vez, les encarga -bajo la coacción de la expropiación- que presionen al Gobierno de España para que esto sea así, el presidente de ese país busca la manera de amordazar la libertad de expresión en nuestro país y conspira contra el Gobierno español. A lo segundo se le conoce como amenazas al gobierno que representa a España y, por tanto, España está siendo amenazada. No le de más vueltas, que el asunto está más que maduro.Déjense en paz de eufemismos, los que así no lo quieran reconocer: Maduro ha amenazado a España y Maduro quiere terminar con la libertad de expresión en España. Maduro quiere introducir su régimen Bolivariano en Europa a través de nuestro país y para ello defiende y apoya a Podemos en España. Otra cosa es que ahora "elbarredor" y su partido quieran desentenderse de esa lacra que arrastrará durante toda su existencia. ¡Pero qué bien se la ha plantado el bolivariano, con una de cal y otra de arena! Eso para que aprenda, que Roma no paga a traidores. No sé si llegan a entenderlo, los de Podemos.
Y dicho esto, que dicen los tertulianos, la reacción del Gobierno español, de pena, escondiendo la cabeza debajo del ala, como ya saben quién. Sobre lo de las empresas, pues, cierto, ellas conocen dónde se instalan y los riesgos que pueden correr, pero no por ello van a quedar abandonadas a su suerte. Lo mismito que si el conductor de un vehículo arremete contra un peatón que está cruzando el semáforo en rojo. Que se hubiera esperado al verde. Ya, pero no por eso lo va a atropellar. No sé si llegan a entenderlo, ahora los del Gobierno español.
¡Fíate de la virgen y no corras! Ahora dice el ministro de Justicia -un tal Catalá, no catalán, pero sí de Cataluña- que confía en que Venezuela cumplirá con sus obligaciones internacionales y extraditará a España a De Juana Chaos -uno de los más sanguinarios, junto con Santi Potros-, integrante de la banda etarra, asesina y mafiosa, que ha sido localizado en Chichiriviche, para más señas, en Venezuela, país donde se refugian al menos otros veinte etarras con deudas con la Justicia española. Pero las cosas de palacio van despacio y hay que seguir "el canalito": Audiencia Nacional-Interpol, Interpol-Audiencia Nacional-Gobierno español-Venezuela. Y cuando lleguemos, el terrorista habrá cambiado la licorería y se habrá ido con la música a otra parte. Ahí voy a estar yo; que os lo han "contao". ¡Pascualines!
Pues vaya tres patas para un banco que se acaban de juntar: el ministro de los Exteriores, que habla de casi todo, no dice nada y se entera por la prensa de lo que tenía que estar más informado; el de los Interiores -que decía que si no soltaba al etarra Bolinaga estaría prevaricando, cuando lo cierto es que ni miró en el diccionario de la RAE lo que ese término significaba-, que habla y habla pero no sabe lo que dice; y, ahora, el de las Justicias, que confía en Venezuela y no cree que ese país sea refugio y santuario de etarras, cuando más de una veintena viven allí como "maarajás", protegidos y mimados por el régimen bolivariano, como estuvieron allí y vivieron los dirigentes de Podemos. Casualidades que se dan en la vida; pero como estas, muy pocas.

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