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miércoles, 4 de febrero de 2015

Kiko Rivera falto de amor, cariño y comprensión

Nadie lo va a mover, así que hay tiempo. Este nuestro esperpento diario seguirá durando las veinticuatro horas sobre veinticuatro. El pepé con su eterna "b", el pesoé con sus "eres" y el "salao" que asa vacas con billetes de banco de los buenos, los de iuú que uff, Podemos con no se sabe ya cuántas querellas, los de upeidé que si se alían con los de ciudadanoskein y los de voxesdelatierra que piensan armarla. Todos pendientes, ellos, de los resultados que hoy hará públicos el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), algo así como los empresarios que a primera hora de la mañana buscan su posicionamiento SEO, o lo que es lo mismo en qué lugar están en Internet.
No se han dado cuenta todavía -están tan metidos en lo suyo propio que no ven la realidad real del país, no la palpan; no acaban de aterrizar, no pisan tierra- que media España y más, o más que media España y más, está embargada por la zozobra, por la preocupación, y, en algunos casos, escandalizada -con resignación, eso sí; educación que no falte- por el abandono de Kiko Rivera de la casa de Gran Hermano/Vip. Eso sí que duele, hombre, y duele de verdad. Se siente hasta en las entrañas mismas. Que es Kiko, que es que parece que no se dan cuenta, nuestro Kiko -¡Paquirrín!-, el hijo del torero del arte y de la tonadillera. ¡Ozú, "quéspañol"! No me digan.
No se sentía querido, que no, que el nuestro Kiko ha sido siempre muy mimoso y necesita de cariño. Que su mamá no le puede dar unos achuchones -másquisiera-, pero es que está en presidio, adonde la llevó un mal querer -y algunos líos con la Hacienda- y su padre -q.e.p.d., que no es una firma, que no les despiste Mariló- no está, el ídolo, porque lo venció un toro asesino. Los hermanos, cada uno a su vida. Es que es así. Es la cruel realidad. ¡"Amos" que si lo pilla esto el Lorca de Monedero! ¡Ni La Casa de Bernarda Alba!
Nuestro Kiko de España se encontraba solo, desamparado, y buscó refugio con el Gran Hermano. Y se encontró con una Belén Esteban irascible, algo más rellenita, acaso un poco desfiguradilla ella. A mí la "princesa del pueblo" me lo va a contar este; ahora que puedo sobrepasar los seis mil al mes. Anda y que te den, que yo también sé de toros. Y con el otro, un tal Víctor, el que tiene un chucho melenudo y blanco: que qué asquerosos. El perro como perro, pase; pero él, venga a chupar y lamer al bicho y con tanto pelo, el animal -¡qué cochino!-. Kiko fue más listo, es más hábil que todos juntos; ahí se iba a quedar él, se la trae al pairo. Pero eso sí, antes de ahuecar el ala, avisada quedas Belén: ni asistir a un concierto más de "la Pantoja", ni a uno, ni fotos ni nada. Y tú, Víctor, dime de lo que presumes y te diré de lo que careces: sólo tienes un perro; nada más. Aguántalo, macho; ahí te queda dicho, báilalo. Y también mensaje para una tal Laura, que no me aclaro muy bien quién es, pero no quiero ahondar mucho, porque el asunto huele a cuerno "chamuscao". De esta, pues que debe estar obsesionada con los hermanos Castro, porque dice que no dice nada más que quiere un cubano, sí, un cubano. No me pregunten ni por qué ni para qué. O si es que le gustan los puros habanos, como a Felipe González y a Rajoy. Vaya usted a saber, llegados a esta tesitura, cualquier cosa.
Hizo bien el nuestro Kiko. Total para estar aguantando a unos y a otros, que no hacen más que poner chinitas en el camino, en vez de dar amor, cariño y comprensión. Totalmente de acuerdo contigo, Kiko; que sí, que no hace falta que te disculpes. Aquí tienes un amigo. A lo hecho pecho. Eso se  llama hacer un gran brindis al sol, sin importar que le huelan o no los pies. Genio y figura hasta la sepultura. ¡Y olé! Y ahora que critiquen, que critiquen.

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