Las embajadas de Cataluña van creando Estado

Lo mismo les da que les da lo miso, a estos de la Generalidad de Cataluña, que no tienen un duro, que piden más que un mendigo a la puerta de una iglesia, que tienen niños desnutridos -por poner un ejemplo- y que se gastan los dineros como si "ná", se proponen abrir más de cincuenta embajadas de esas de las del cuerpo diplomático, pero suyas, suyas propias. Tienen ya cinco -Washington, París, Londres, Berlín y Bruselas- en atención al público y ayer han tomado posesión del cargo otros dos nuevos "embajadores", para sendas sedes que pronto se abrirán en Viena y en Roma. No olvidar también el gobierno de "pallí" -no sé decirlo en catalán- ha nombrado un delegado permanente ante la Unión Europea. Así.
Sólo son diecinueve millones de euros al año, con las sedes abiertas en la actualidad. El presupuesto irá aumentando a medida que se vayan produciendo nuevas inauguraciones por el mundo. Es que están creando Estado -¡mira que nos miran mal!- y sólo pretenden -con toda la humildad, dicho sea de paso- evitar la intermediación de las autoridades españolas en relación con el proceso político catalán, y también fomentar la internacionalización de la economía -la suya-, dar a conocer la lengua y la cultura -las suyas-, promover el turismo -el suyo- y apoyar a las comunidades -las suyas- en el exterior de España, perdón de Cataluña. ¡Cuántas cosas! ¡Qué listos! ¿Qué emprendedores! Así ya se puede. Con bala del Rey se dispara bien. Es que el delincuente Arturo Mas es amigo del Rey. Menudo, lo sacó a pasear en automóvil, para que se relajara un poco de las tensiones, que últimamente estaba un poco atufado. Hay que enterarse de quién pagó la gasolina. De las embajadas bien sabemos nosotros quiénes las pagamos.
Lo que nos irrita un poco -solo un poquito, con permiso- es por qué se le da el dinero, con permiso de quién a ese elemento de Mas. O sea que, además de tener la comunidad hecha "unos zorros" -quiero decir destrozada-, además de desobedecer todas las leyes e ignorar todas las sentencias, van y lo premian. Bien, hombre, bien. No se han dado cuenta de que es un delincuente, un sedicioso, un instigador al enfrentamiento social, un malversador de fondos y, lo peor, que lleva los trajes con los bolsillos rotos.
Pero como que con él no va la cosa: dame de comer y llámame tonto. O méteme un dedo en la boca; a ver qué pasa, a ver, chulín. De aquí al 27 de septiembre -tres días después de las Mercedes- ya seremos libres. Porque todo esto de ahora no es nada. Con la mayoría absoluta independentista crearán un Estado, porque ya se habrán adueñado de las estructuras básicas, como las de Hacienda, Seguridad Social, Poder Judicial, seguridad pública, hidrocarburos, las teles y comunicaciones -y, si hace falta, un ejército para guerrear con Monedero- y -hete aquí- las relaciones exteriores. Lo que decíamos, las embajadas. Ahí está, ellos solitos se han delatado. Convencido estoy de que van a por todas y por todos -que no seamos machistas-, y si es con algo de dinero gratuito mejor que mejor. ¡Spanglis, que no os enteráis de la misa la media!
Cuando lo deshabiliten, verán. Lo que sucede es que los jueces del Tribunal Alto de "pallí" están algo "gripados" -como las motos y Susana Díaz, en Andalucía- y no pueden ir más deprisa. Se comprende, se comprende. Pero ya verán cuando sentencien, hasta nos van a dar ganas de reír. Y a algunos hasta de carcajearse.