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lunes, 13 de abril de 2015

El amigo infiel de España

No se extrañe. señor ministro de los Exteriores, porque ni al de El Escorial se las ponían tan fáciles. El delincuente Arturo Mas ha dicho lo que quería decir donde menos esperaba tener la ocasión, en la Cumbre antiyihadista, ante treinta y dos ministros de Exteriores de las dos orillas del Mediterráneo. Y eso que es un delincuente, si no. Pues eso ha dicho el de la Generalidad, que España es España y que Cataluña no es España. Como cuando los Juegos Olímpicos de Barcelona; era su publicidad estrella, pagado todo ello -Juegos y publicidad- con nuestros ahorritos, que trabajo nos cuestan. La "Cumbre" la organizaba el Estado Español y a la misa asistía, lógicamente, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Estaban inquietos los de los Exteriores españoles por lo que pudiera decir el delincuente Mas en el discurso de bienvenida a tanto diplomático y político, porque en un principio parece que lo invitaron a asistir, pero no a hablar. Pues ya lo oyeron. El que se esperara otra cosa o es que no vive en este país o es más inocente que un niño, por no decir que es "tontoderemate", el que se pensara otra cosa, no el niño: "los nuevos horizontes de Cataluña serán europeos", "Cataluña tiene vocación de capitalidad mediterránea europea". Y esas cosas "archimanidas". Y ya que no le dio por decir, como hace unos días en su "viajecito" -que hemos pagado todos- por los EE.UU. que Cataluña también había tenido su 11S, en alusión a la caída de Barcelona en 1714. O dicho de otra manera: terroristas, vosotros, los españoles.
Afortunadamente, y cito a la revista "Forbes", y en una traducción libre, no le hicieron ni puñetero caso los norteamericanos, que lo escucharon con educación -¡por un oído me entra, por otro me sale!- y su comportamiento lo tildaron de falta de "honradez" a España. Aquí, en esta "cumbre" de Barcelona, parece que tampoco lo toman muy en serio, pero "tú difama que algo queda". Menos mal que el presidente español lo paró públicamente, aunque sea por una vez -y ojalá sirva de precedente-, diciéndoles a los presentes que no hicieran caso, porque estaban todos en la ciudad española de Barcelona, que no se habían equivocado de sitio. Por si acaso alguno se había despistado por lo dicho por el de la Generalidad, de nombre Arturo.
Esas cosas le pasan al presidente Rajoy porque "ledacarrete", el otro se envalentona y empieza a largar y largar y no sabe parar. Y ya está. Lo invita a comer -cuando la inauguración del túnel de unión entre España y Francia-, se lo lleva de viaje a Los Alpes -cuando la tragedia aérea- y lo invita a la inauguración de esta "Cumbre" con opción a hablar; Y cuando no es él, es el Rey, que también lo sienta a su mesa y para que no esté triste lo saca a pasear en coche, el Rey a él, no él al Rey, no confundamos. Evidente que suceda lo que sucede. Ya no hay respeto. Se han perdido las formas.
Ahora bien, lo que extraña de todo esto es que el delincuente Mas haya sido invitado -y además con voz- para dar la bienvenida a los "cumbreístas" antiyihadistas, cuando hace muy pocos días el ministro de los Interiores, Jorge Fernández Díaz, acusaba a la fundación Nous Catalans -dependiente de Convergencia, partido al que pertenece elDelinciente- de hacer proselitismo para captar musulmanes radicales para el independentismo, metiéndonos la zorra en casa. No tiene sentido la invitación, y mucho menos como dándole la categoría de anfitrión, poniéndolo a la altura de Jefe de Estado. No señor, no tiene sentido. Pues ahí lo tienes, báilalo. Siguen "ninguenándonos", a todos los españoles. Sí, pero que no se te olvide hacer la declaración del IRPF. Ya. El plazo está abierto. Ya, ya, entiendo.

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