La locura electoral de Urkullu en favor de ETA

La estupidez y la insensatez no tienen límites. Si a esto le sumamos la bellaquería, el cóctel sería imbebible. Eso es lo que está planeando el jefe del Ejecutivo vasco, Íñigo Urkullu, que quiere poner en práctica su plan de reinserción para los presos de ETA. Afirma que eso se haría después de las elecciones regionales, municipales y forales de mayo. Miren en dónde desembocan ahora las reuniones que mantuvo hace días con los familiares de los presos de la banda asesina etarra, cuyo "sufrimiento" -el de las familias de los asesinos, no el de las familias de las víctimas- conmovió al presidente vasco.   

Pero, claro, el listo de él anuncia antes de las elecciones de mayo que el plan -"Comprometerse", que así se llama- entraría en vigor o se pondría en marcha después de las elecciones, porque no quiere que esto haga "ruido" en el período electoral. Coño, pues que se calle y que lo anuncie después, si es que gana. Tendrían que darle derecho al voto a las familias de los asesinados, que algo restaría.

El plan de este elemento consistiría en la "resocialización" de las personas presas, es decir de ETA, a las que se le daría cobertura de vivienda y de empleo. No estaría de más que ampliara esta cobertura entre los parados y desahuciados, en general,  y familiares de los asesinados, en particular, por los asesinos. La fila empezaría a crearse desde este momento, para coger sitio. También yo plantaría -desde ya- mi tienda de campaña, para hacer cola de espera.

No obstante, parece que el plan de Urkullu se encuentra con dos inconvenientes: el primero, de muy difícil salvación, como es que la política penitenciaria depende directamente del Gobierno de España y, el segundo, que se le exige a los presos "una reflexión crítica del daño injusto causado". Curiosamente, ninguno de los presos se ha apuntado a este plan, es decir que ni se arrepienten, ni piden perdón a las víctimas, ni las indemnizan económicamente, ni colaboran en el esclarecimiento de más de trescientos asesinatos, de los cuales los autores están inmunes.

En la presentación infame y electoralista de este plan "Comprometerse" de Urkullo, se ha hecho público otro plan denominado "Enmendar", medida adicional, para propiciar la autocrítica y desbloquear el momento en el que se encuentra la finalización de lo que han dado en llamar el Proceso de Paz, que ni es proceso, ni es paz, porque no ha habido guerra alguna, sino sólo asesinatos por parte de unos mafiosos.

En "Enmendar" se pide a ETA y a su entorno una reflexión sobre su pasado, los asesinatos, la socialización del sufrimiento, la Kale Borroka, los amenazados y de los escoltados y extiende esa reflexión al Estado, en referencia a los GAL. Faltaría más. El Plan "Enmendar" es, en todo caso, una "sugerencia" y no una "exigencia". Lo que quiere decir que sí, pero a medias, pero que hagan lo que quieran.
En definitiva, dos planes que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha calificado inmediatamente de una "locura" y ha pedido al Gobierno que lo paralice de manera radical y que los presos asesinos etarras cumplan íntegras sus condenas. No podía ser de otra manera. Y que -digo- localicen al fugado etarra Plazaola para que siga penando su pena. Y que se depuren las responsabilidades por la filtración que permitió su huida, acaso al paraíso de los etarras, la Venezuela de elGorilados.