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martes, 28 de abril de 2015

La solitaria despedida de Monedero

Si es que se veía venir, Monedero -Juan Carlos-, desde el mismito día en que trató de justificar lo de la factura de los cuatrocientos y pico mil euros. Si es que lo dejaron solo -solito- en el estrado, sus amigos, los otros dos de los tres: elBarredor -Iglesias- y elPesetero -Errejón-; ellos, allí, sentados en primera fila, como si el personaje y el asunto les fueran ajenos. El, enfrente, trataba de explicar lo inexplicable; era como una pescadilla que se muerde la cola: algo así como cuando Cospedal trataba de explicar por qué el pepé seguía con Bárcenas, pero sin él o como los de Pueden en Andalucía, aceptando la dimisión de Chaves en diferido. Cosas de la política.

Lo de ayer, pues igual, lo mismo o casi peor. Mira que era la presentación de un libro sobre su mismísima persona, la de Monedero, y no asistió ninguno. Eso, vamos, no lo hace un amigo, ni dos; aunque sea por no dar qué hablar. Ahora, chico, si lo que buscaban era ese efecto, pues ya se sabe: a buen entendedor pocas palabras bastan, y más si ese entendedor es -como él mismo dice y se considera- un intelectual.
No, si ya se apresuró bien él -Monedero- en decir que le habían ofrecido de todo: ir para eurodiputado, para la alcaldía de la capital del Reino, para la presidencia de Madrid, para el Congreso de los Diputados. Pero, que no, que no quiere nada. Lo suyo es ser "telectual", que "paeso" está en la "Complu" de "profe". Lo dicho a refrescarse en el mundo de las ideas. ¡Que Dios nos coja "confesaos", y que la inspiración no lo coja a él trabajando!
Entendemos, por todo ello, que se aleja y deja la política activa, pero no sin antes despedirse llamando a los españoles "cabreros". Vale, si él lo dice. Y dejando sus entrañas al desnudo, cuando afirmó que no estaba dispuesto a que le "roben el alma". Ya digo que este hombre, al que parece que la actividad política lo ha desquiciado, se nos termina metiendo a místico, seguidor fervoroso de la de Ávila y del de Fontiveros. ¡Quién se lo iba a decir a él, a estas alturas de la vida!
No quiso, no obstante, el desertor de "Pueden" -no es el primero, pero sí de los más sonados; aunque, tampoco será el último- dejar de arremeter contra todos aquellos por los que se ha sentido "masacrado" -incluso por medios de comunicación que han apoyado a su partido- por su colaboración con el régimen bolivariano de Venezuela y sus líderes, losGorilas1y2. Pero, poco quiso acordarse de todos aquellos venezolanos de "pallí", de cómo están, de cómo se encuentran, tras los hábiles y sabios consejos, que, tanto él, como los otros dos -y alguno que otro y otra más- ofrecieron a los dos dictadores, Chavez y Maduro.
Dice que se le cierra una etapa y que se le hace duro la política y que quiere recuperar la concepción de "largo calado". ¡Hay que ver, qué cosas dicen estos "telectuales"; no entiendo nada! "Pamí" que lo mejor es que se vuelva al Metro, que se deje de guerras y de batallitas -al menos, por el momento- y que vaya buscando acomodo para el verano, porque en los intrincados túneles, en esas fechas, hace demasiado calor. Y que permanezca allí, ¡hasta cuándo, hasta cuándo!

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