De hoy en una semana ya estaremos todos prestos
para emitir el voto; pero, vaya semanita que nos espera. Hay que estar
preparados para cualquier contingencia. Es muy probable que lo visto y oído
hasta ahora hayan sido sólo amagos de lo que puede estar por venir. De todo,
que de todo hay en la viña del señor: desde nuevos escándalos de corrupción,
insultos, descalificaciones, intentos de tomar la calle y encuestas, pero ahora ya las verdaderas, las
internas; y, así y todo, con la incógnita del voto oculto.
Por de pronto, ya hay quien con tiempo –Sancho,
Sancho no digas que no te aviso- está anunciando que va a calentar la calle,
con una concentración en la Puerta del Sol. Son los del 15M, que, curiosamente,
no se sabe quiénes son, pero que estarán. Los ministros de las Justicias y de los Interiores ya les han advertido que
nada de concentraciones en la <jornada de reflexión>, que eso está prohibido
y, coño, también mal visto. Pero, claro, los ministros han hablado, pero no se
sabe para quién. Dicho queda, y a buen entendedor pocas palabras bastan.
Tampoco sería nada de extrañar que se nos apareciese
por allí Monedero, elDisidente de Pueden, porque como es eso, disidente, pues
tiene que disentir y ya que han sido los de su propio partido los que le han
dado este apodo, pues a presumir, que son dos días. Además, cuenta a su favor
con que tiene varias salidas del Metro a la plaza, con lo cual hay donde escoger.
Seguro que tendrá una gran acogida, porque los del 15M –que no sabemos quiénes
son-, que quieren que lidere un partido de nueva creación. Así que atentos, que
podemos tener un nuevo líder en ciernes, siempre que elDisidente considere conveniente
salir de los túneles del Metro para iniciar una nueva guerra; lo cierto es que
le cuesta poco, y está curtido en batallas mil.
Los que no se han esperado a la reflexión, pero
vamos, que no se han cortado un pelo, son los de Pueden de Barcelona, que allí
se llaman Barcelona en Común. Esos, efectivamente, los de una tal Ada Colau;
sí, esa, la de los escraches disfrazada de <Superman>, pero en <Supermana>.
Andan por la calle como si no hubiera semáforos, o sea que la calle es de
todos, pero suya un <poquinín> más, por lo que se permiten cacerías
urbanas a su libre albedrío. Organizan sus mítines sin permiso, pero no lo
necesitan, porque los hacen en casa de los demás. Es decir, donde estén los
candidatos de los demás, ahí tienen ellos su lugar, le hacen escrache, insultan
a sus seguidores –a los de los otros- y los amenazan de muerte. ¡Son muy
valientes! Y no se crean, no andan con bromas, que ya el otro día le rompieron un
brazo a uno de los de CiudadanosKeim.
Son los seguidores de la candidata a la alcaldía
del Ayuntamiento de Barcelona, que sólo imitan a su lideresa, Ada Colau, cuyo
mayor mérito conocido es acosar e intimidar a las personas. Ella lo llama
escrache, que, como es en un idioma extranjero, parece que es algo bueno;
pero, no. Y todavía no han tocado poder, ella y los suyos. Para tocarlo, ya ha
propuesto crear una moneda propia de Barcelona: sí, sí de Barcelona, no de
Cataluña, como Estado soberano, no. Semejante majadería sólo la puede proponer
un majadero, o majadera, como lo de ir disfrazada de <Supermana>. Ahora se entiende; pero,
cuidado, que es violenta y ataca de verdad con violencia. Menos mal que no
todos vivimos en Barcelona. Cierto, pero el ejemplo puede expandirse de manera
viral.
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