Prietas las filas, recias marciales. Pues ni que lo hubieran mamado. Así es
como se defienden y se “apiñan” los de Pueden de elBarredor: ignoran la
evidencia –la pasan por alto-, insultan y mienten. Lo saben hacer muy bien; para
eso no hacen falta estudios. Según ellos, los malos somos los demás, que, por
si no lo sabemos o no nos hemos percatado de ello, somos también muy, pero que
muy cortitos, incapaces de entender y comprender la progresía. Tienen razón,
que sí, ale, pero aquí a lo que vamos.
El concejal de Ahora Madrid/Podemos no ha dimitido, no ha asumido su
responsabilidad como nos quiere hacer ver elBarredor. Zapata -¡Viva Zapata!- No
va a ejercer como concejal de Cultura, pero no ha dimitido como concejal, que
es algo muy diferente; si hubiera renunciado a su acta de concejal, entonces sí
habría dimitido. Así, lo único que ha hecho es cambiar de ejercicio dentro del Ayuntamiento,
es decir de "aquí paso a otro aquí": de Cultura me voy a concejal de Distrito, de
Fuencarral-El Pardo. Eso no es dimitir, es cambiar de función, pero ejerciendo
como concejal. Y viene y llega el jefe, elBarredor, y dice que Zapata "ha
asumido su responsabilidad" por sus deleznables tuits, y es cierto,
evidentemente, ahora como concejal de Distrito. Porque, por lo demás, ya puede
carcajearse, pese a ser indigno de estar como representante de nadie, no ya en
un ayuntamiento, sino en cualquier institución pública. Habrá que estar muy
atentos a cómo prosperan las investigaciones policiales y la querella
interpuesta por “Manos Limpias”, contra este personajillo. No acaban de
empezar, y ya ven.
De aquí no se va nadie. Ni el concejal de Economía, Carlos Sánchez -que asistió
a un acto público no autorizado por la Delegación del Gobierno-, ni el de Participación Ciudadana, Pablo Sotos, que
también en las redes sociales experimentaba placer sólo de pensar que
guillotinaba al exministro Gallardón. ¡Vaya panda!
Y eso que no habíamos entrado en que la portavocía del grupo del Gobierno
municipal la ostenta la asaltadora de capillas, Rita Maestre, exnovia del número
dos de "Pueden", Íñigo Errejòn y “miembra” del Consejo Ciudadano Estatal de los
de “Pueden”. Casi nada. Está imputada por el asalto a la capilla de Somosaguas,
pero, dice ella, eso no “merma” lo que es su actuación en el Ayuntamiento, o
sea que no confundamos la velocidad con el tocino, que parece que estamos “atontaos”.
Dice más cosas en su descargo, la compuesta y sin novio, tales como que proviene
de una familia religiosa y que ha ido a misa y que -esto es lo más interesante-
el asalto “no es delito, porque no hay odio religioso”, lo que es lo mismo: fui
a por el vecino y lo “breé, pero bien”, pero sin odio, que nadie se equivoque.
Y ahí sigue Rita, tan ufana, sin dimitir y sin ni tan siquiera pedir perdón,
expuesta a un año de prisión. Entonces, dirá que también repicaba.
Algún bien intencionado podría pensar que a la alcaldesa, Manuela Carmena,
se la han “pegao”, por no utilizar una expresión más burda, pero, seguramente,
más entendible gráficamente. No se equivoquen tampoco aquí. Sabe muy bien quién
es quién de su lista; ella es de “Pueden” -la desenmascaró “El Mundo” en un
buen reportaje-, aunque diga que no. En el fondo, le da a todos “la sopita de
la abuela”: ha sido militante del pecé y ha mantenido una controvertida actuación
para con ETA; de hecho, cuando ejerció como jueza de Vigilancia Penitenciaria,
la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) considera que todo caía a favor
del lado de los terroristas etarras. Y no nos olvidemos que es partidaria de poner en la calle a más del noventa por ciento de la población reclusa. Así que, ojo.
En tanto en cuanto, laRita y elZapata siguen en la poltrona, es decir que
no dimiten, que no renuncian a su acta como concejales del Ayuntamiento de la
Villa de Madrid. Ni tan siquiera la alcaldesa los ha invitado a que se vayan.
Por tanto -y él lo sabe- la decisión está en la voluntad del psoé, de
Miguel Antonio Carmona, exigiéndole a la alcaldesa que les exija, a su vez, a estos dos concejales -como mínimo a estos dos- que
se vayan, que la puerta está abierta. Tiene Carmona argumentos muy potentes: o
se van o “rompemos los cromos” o, si lo apuran, puede presentar una moción de
censura; los otros grupos lo apoyarán y el pueblo madrileño, como decíamos
ayer, se lo agradecerá. Vale de buenas palabras. Ya está tardando Carmona en
actuar, a no ser que alguien, desde más arriba lo esté reteniendo o se lo esté
prohibiendo. Entonces, que lo diga y que -¡por vergüenza torera- se vaya él también.
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