La bandera de España como cebo

¡La Rapública ha muerto. Viva España! Tal cual lo escenificaba ayer el flamante secretario general del pesoé, Pedro Sánchez, “envuelto” en la bandera nacional, al más puro estilo EE.UU. ante las presidenciales, con esposa incluida, que se asemejaba a “La mujer 10”, pero sin “Bolero” de Ravel. La próxima, apertura y cierre, nada de “La Internacional”. Si se le llega a ocurrir poner el Himno Nacional, la clava. Quizá lo reserve para otra ocasión. De hecho, fue el único líder político que telefoneó al  nuestro Rey para expresarle su solidaridad y acompañarlo en el sentimiento el día de “la pitada”. Así que ojo, que luego nadie se extrañe. Todo por el poder; a por el poder.

A partir de ahora, nada de banderas republicanas en los actos de partido, digo para los del pesoé. Y, si a bien viene, ya digo, a cerrar con el Himno de España, ese “cutre, pachanga, casposo”, que diría su aliado elBarredor. Desde ya, nada de puño –el derecho, mecá, que todavía muchos ni se han enterado- en alto, sino mano en el pecho, a la altura del corazón. Por lo demás, en los desarrollos dialécticos, cada cual puede decir lo que quiera o lo que le venga en gana: discursos hueros, que de lo demás ya se encarga elPedro, de pactar y poner cebos.

De la quema, sólo se salvó ayer el expresidente Felipe González, que no podía integrarse en la “santa compaña” por motivos de “agenda”. No sabe nada el “expresi”. Ahí lo iban a pillar a él, avalando y sustentando al “pactador” con los monaguillos de Chaves y Maduro, los de Venezuela. Bien decía Joaquín Leguina –que, como el otro, también tenía agenda- que al su partido, que es el mismo que el de González y el de elPedro, le hacían falta canas. También es cierto que a muchos otros elPedro los cogió ayer por la espalda, es decir a traición -como viene siendo norma en él- y, con las cámaras enchufándolos, a ver quién es el guapo que se mueve; luego no hay foto. Cuando pase la resaca, empezaremos a conocer reacciones; aunque alguna cosa -“quelque chose”, en Francés, que parece más rimbombante- le dijo ayer la presidenta de Andalucía, laSusana, algo así como que más ganar y menos pactar, que es que parece que el partido es suyo, leche, y hace y deshace a su antojo, cuando, en realidad, ha perdido casi un millón de votos. ¡Parecía un “cuitadico”, y mira cómo vende el tío!

Pero, claro, una cosa es predicar y otra dar trigo, porque se basaba elPedro en el lema “El cambio que une”. -Qué bonito, qué bonito!-. Que es que digo yo que si lo de pactar/unir con todos quiere decir menos con el pepé,  o sea  abiertos en jarras para con los de “Pueden” -¡Sí se puede, sí se puede!-, quienes a su vez pactan con los asesinos etarras y, además, insultan a las víctimas y están muy preocupados por los presos asesinos, que están lejos de sus casas. O lo que realmente estaba transmitiendo era un mensaje subliminal, como su amigo/socio Errejón; es que está ahora de moda eso de lo subliminal. Vamos, que ya no se lo cree nadie.

Al menos, creo, una cosa vamos a poder sacar en claro, de todo este galimatías en el que se ha metido elPedro, que ni él mismo sabe cómo va a resolver, pero que, haga lo que haga, puede que nos sorprenda, pero engañarnos ya no: cuando alguien exhiba la bandera constitucional de España ya serán menos los que lo llamen “facha”, porque -ya lo decía esta misma mañana elPedro- la bandera de España “es tan del pesoé como del resto”. La verdad, hombre, es que nadie lo había puesto en duda; otra cosa es aceptar el hecho, y de manera natural. Pues, eso. O no. Ya veremos.