Lo que realmente resultaba “trágico” era el escuchar ayer a la presidenta
de la Asociación de Víctimas del
Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, cuando en una
televisión declaraba que “la fiscalía no nos apoya en nada”, en los conflictos
que esta Asociación lleva a los tribunales por casos relacionados con el
terrorismo. No hace mucho tiempo también decía la presidenta de la AVT,
refiriéndose a la alcaldesa de Madrid,
cuando fue jueza de Vigilancia
Penitenciaria, que todos los casos caían a favor de los etarras. Así que si
el fiscal -en teoría, representante y
defensor de los ciudadanos- no les hace puñetero caso y se encuentran con una
jueza como la señáManuela qué
quieren que les diga: trágico, desesperante, deprimente, impotencia. Triste.
Para que luego venga elBarredor de Pueden -de nombre Pablo y de apellido Iglesias- diciendo que “el que haya quinientos presos de ETA lejos de casa es trágico”. Ya lo decíamos que a éste le importan un comino las mil personas asesinadas por esta banda de delincuentes. Jamás, nunca jamás, ha tenido una palabra de afecto o consuelo para con las familias de los asesinados, para las víctimas; es más, y también lo recordábamos, siempre las ha despreciado, hasta llegar a calificarlas de “sinvergüenzas” y “corruptas”. Les digo, de verdad, que desde que anda en lo de la política y se ha hecho famoso, me ha intrigado el porqué del odio de elBarredor a las víctimas y el porqué de su trato generoso con los asesinos y sus familias. Alguna tara mental le tiene que rondar; si no, no hay explicación posible a su actitud. Si no, que nos convenza de lo contrario. Estamos impacientes.
Y como éramos pocos, ya saben, el turno para elErrejón. Desde el su tuit “en clave” se halla muy crecido y
convertido ahora en el eco de “la voz de su amo”, para decirnos que no nos
enteramos de la media -no decir “misa”, porque todo son connotaciones-, porque,
a ver si nos entendemos, las familias, las de los asesinos, “no tienen que
pagar una pena adicional”. Ya vemos, ya, todo, aclarado. Así todos conformes y
contentos. Sólo que los familiares de los asesinados tienen como pena adicional
el no volver a ver a sus seres queridos, que están muertos y enterrados, porque
los mataron los que hoy penan sus delitos, pero que no se arrepienten, ni piden
perdón, ni indemnizan a las víctimas y ni colaboran con la Justicia para esclarecer los asesinatos que quedan por resolver.
Mejor se callaba, elErrejón, porque el querer justificar la postura de “su
amo” argumentando que tanto pepé
como pesoé han acercado presos
etarras a las provincias del Norte
es igual de absurdo que su propio tuit. Porque ha de saber elErrejón que esas
medidas eran reprobadas igualmente por los mismos que rechazaban el trato de
favor a presos como De Juana o Bolinaga –por poner tan sólo dos
ejemplos- y abominan hoy de las
declaraciones vomitivas de “su amo”.
No nos quiera hacer comer con obleas -no decir “comulgar” por las
connotaciones-, porque “su amo”, ya antes de la fama, mantenía relaciones con
los terroristas, de hecho el número de teléfono de contacto de estos en Madrid era
el de elBarredor, que también acudía a las tabernas de los etarras a tomarse
unos vinos y platicar mientras tanto. Hasta tal punto tiene amistad con los
etarras que a los presos –esos de los que dice que están tan alejados, los
pobres- les encantaría que “el coletas” –así lo llaman ellos, no yo- fuera el
próximo presidente del Gobierno de
España. Ya ven, por de pronto les ha “regalado” la alcaldía de Pamplona y de otros cuarenta
ayuntamientos de Navarra. Y si, sin
ser nada, ya los quiere llevar cerca de casa, que no hará si llega a eso, a
presidente. Que no nos venga ahora elErrejón con gilipolleces, ni tampoco
laBescansa, que, a lo bravo, ahora ya ni justifica al jefe, sino que pide que
se ponga fin a la dispersión de los presos de la banda de ETA. Así clarito,
mejor, que sepamos todos con quién nos estamos tratando y qué es lo que
pretenden. Por si alguien tuviera dudas.
Del fiscal, qué decir. Nada de nada, que coloque en la ventanilla un cartelito que diga “aquí no hay billetes”. Se alegrará el actual juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, que le ha concedido permisos “de pernocta” a varios terroristas, entre ellos, y recientemente, al sanguinario Caride Simón, autor del atentado de Hipercor, donde murieron veintiuna personas. Así también acabo yo con los terroristas, de los de dentro de las cárceles, ¡No te digo!
Del fiscal, qué decir. Nada de nada, que coloque en la ventanilla un cartelito que diga “aquí no hay billetes”. Se alegrará el actual juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, que le ha concedido permisos “de pernocta” a varios terroristas, entre ellos, y recientemente, al sanguinario Caride Simón, autor del atentado de Hipercor, donde murieron veintiuna personas. Así también acabo yo con los terroristas, de los de dentro de las cárceles, ¡No te digo!
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