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domingo, 14 de junio de 2015

Matar a los judíos

Es que dice Guillermo Zapata, el nuevo concejal de Cultura del ayuntamiento de Madrid –que desde ayer ya preside la “podemita” Manuela Carmena- que él sería capaz de meter "a seis millones de judíos en el cenicero de un “600”. Antes, por si no se entiende, hay que matarlos y luego incinerarlos. Menudas bromas se gasta el nuevo concejal. A ver quién se va de cañas con él sin pensar en la cicuta. No sé yo si eso, lo de los judíos, no será constitutivo de delito, pero, en cualquier caso, lo mejor que podría hacer elZapata era marcharse a su casa, aunque sólo sea por vergüenza. De paso, que reflexione sobre el Holocausto, porque lo de Hitler y el nazismo, a lo visto, ya se lo tiene bien aprendido.
Las redes sociales ardían ayer, al tenerse conocimiento de estos y otros comentarios del edil que se encargará durante los próximos cuatro años de la Cultura desde el ayuntamiento de la capital del reino. No obstante, el nuevo concejal ya se ha apresurado a pedir disculpas, y que eso del Holocausto le parece “deplorable y terrible”. Pero, la “cuagüa”, cuando a continuación dice entender que se arme el revuelo al ser un personaje público el que hace las deplorables declaraciones y que de haber sido una persona anónima el asunto no habría tenido mayor trascendencia. Lo que quiere expresar el letrado concejal, a ver si nos aclaramos, es que, al fin y al cabo, "el chiste", en el fondo, permanece tal cual. Para eso, mejor que no pida disculpas, mejor se había callado.
Pero es que no concluye ahí el sadismo del concejal de Cultura de Manuela Carmena. Eso que él denomina lo que dijo, como “humor negro y cruel” necesario, algo así como “una expresión sana, para reírnos de los horrores que hacemos los seres humanos”. Por eso no es de extrañar que el nuevo concejal que lo será de Cultura diga que “han tenido que cerrar el cementerio de Alcasser para que Irene Villa no vaya a por repuestos”. Así que con Irene Villa, que siendo niña perdió sus dos piernas en un atentado de los asesinos de la banda mafiosa etarra, hay que tener cuidado, porque –presunta ladrona- puede ir al cementerio donde están enterradas “las niñas” de Alcasser –Miriam, Toñi y Desirée, secuestradas, torturadas y asesinadas cruelmente por los desalmados Antonio Anglés y Miguel Ricart-, para robarles sus miembros inferiores. Desde luego, semejante barbaridad sólo puede fraguarse en una mente enferma, en una persona descerebrada, y esa persona –en este caso- estará cuatro años al frente de la Cultura del ayuntamiento de Madrid. ¡Pobre Irene Villa, pobres niñas de Alcásser, pobres padres! De poco sirve que le haya pedido perdón,-por Twitter- a Irene Villa; el agravio ya está hecho, el insulto ya está proferido, y contra las niñas de Alcásser y su padres también. ¡Dios, cuánta indolencia!
De tal palo tal astilla. Quiero decir que tampoco nos pueden coger tan de sorpresa estos comentarios del que será el nuevo concejal de Cultura del ayuntamiento madrileño, cuando tan sólo hace unos días su jefe político, el líder de Pueden, elBarredor, calificaba, sin pudor alguno, de “sinvergüenzas y corruptos” a los familiares de los asesinados por ETA, a raíz de las críticas que estos le hicieron por pactar con los terroristas de Bildu, a quienes los de “pueden” les han facilitado la alcaldía de Pamplona y otras cuarenta alcaldías más de Navarra; de hecho, elBarredor nunca ha dicho que ETA son unos asesinos, es más ha justificado “políticamente” su existencia y actuaciones y ha abogado po la excarcelación de los presos asesinos etarras. Todo se resume y corrobora en los pactos que ha hecho con los etarras.

No es de extrañar que la defenestrada y “metepatas” Esperanza Aguirre haya pedido a la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que le exija a este concejal que dimita ya. Tampoco se ha hecho esperar la reacción del líder socialista, del pesoé, en el ayuntamiento, Miguel Carmona, para quien “cualquier actitud racista debe desterrarse de inmediato del ayuntamiento de Madrid”, aunque nada ha dicho de Irene Villa y las niñas de Alcásser. Quizá ahora el socialista comience a darse cuenta de quiénes son los que ha escogido como “compas” de viaje para cuatro años, y que esto le sirva de recordatorio, que elBarredor lo considera un “tooonto” y un “subnormal”. Ahora, que con su pan se lo coma, el socialista, y su jefe, Pedro Sánchez.

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