Y Rajoy lloró

Como el apodado "El Chico", Boabdil, el presidente del pepé y del Gobierno de España, Mariano Rajoy, ha llorado hoy desde el "Monte del Suspiro del Moro". Su madre le acababa de decir "llora como mujer lo que no supiste defender como hombre". Rajoy ha visto hoy, igual que si abdicara de Granada, cómo perdía poder, el que no ha sabido mantener, cuanto menos acrecentar, y que millones de ciudadanos le habían ofrecido depositando en él toda su confianza y esperanzas; ni a lo uno ni a lo otro ha sabido responder.

El mismito día 24 de mayo, una vez sabidos los resultados de las elecciones municipales y autonómicas no reconocía Rajoy que quienes le habían votado anteriormente le enviaban un claro mensaje; pero,  se negó a ello, o no lo vio, o no lo oyó, o ambas cosas a la vez; porque, anunciaba que no se iba a producir ni un cambio en el Gobierno, ni en el su partido. Pasados unos días ya reculaba, y donde dije digo ahora digo Diego; o sea que sí realizaría cambios, pero seguía sin reconocer haber recibido el mensaje ¡Qué pena, para sus votantes! Desde entonces hasta hoy, seguimos como estamos, todos expectantes; pero, nada. Acaso, mañana.

No se extrañe Rajoy por esa vuelta de espaldas de su electorado -que no espaldarazo a su gestión-, porque se lo ha ido ganando a pulso, o se lo han hecho merecedor de ello sus asesores, principalmente, el millonario Arriola, con su esposa ludópata, Celia Villalobos, azote de militantes fieles y desinteresados, que han sido vilipendiados por ella. Evidentemente, no son tontos.

Puede enjugarse las lágrimas el presidente Rajoy y sonarse la "moquera". Vale. También le conviene abrir los ojos y poner en condiciones los conductos auditivos, porque va llegando la hora de que los que le rodean le dejen ver la realidad, o que él se escape de esa tiranía. Acaso se piensa que ha cumplido, pero se equivoca -o lo equivocan- mucho. Porque de lo que prometió en su campaña electoral y programa, poco; es más, no sólo nos ha machacado a todos a impuestos -que hasta un cierto punto se admitiría-, sino que, tanto hablar de la herencia de su predecesor, ha mantenido y apuntalado muchas cosas de éste, como lo del cuento de las "civilizaciones", el aborto, los pactos a los que llegara con los asesinos etarras -la suelta de Bolinaga tiene difícil perdón-, hasta abandonar a su suerte a las víctimas del terrorismo, o a que el delincuente Mas haga lo que le venga en gana y se ría de todos los españoles, la última vez con la "pitada" al Himno de España. Son pequeños ejemplos, quizá, sin importancia para él, pero que a los demás le duelen.

Dicen que cuentan allegados al presidente Rajoy que, cuando estaba en campaña para el 24M por las provincias valencianas, una noche vio la "tele" y se sorprendió de cómo le trataban de mal una cadena, en concreto, la del "seis". Vamos que no le entraba en cabeza semejante trato. A mí sí que no me entra en las entendederas, que puedan aislarlo de tal manera que no se entere de casi nada. Pues, no le estaría de más ver las televisiones estatales, "La1" y "La2". Para ese entonces, le da un soponcio, porque, en principio, iba a pensar que se encontraba viendo la "tele" de la oposición, que no es el Gobierno, pero que la maneja como si fuera de su propiedad. Algunos de sus males, que no lo dude el presidente, le vienen de por ahí. Y, como decía Juan José Lucas, de la chulería de muchos cargos públicos del "pepé", que luego, en su conjunto, paradójicamente, es un partido totalmente acomplejado.