Tres mujeres se enfrentan solas a ETA

Tres mujeres, solamente tres mujeres, tuvieron el valor de enfrentarse a los terroristas de ETA, con las manos vacías y la fuerza de la razón. Fue justo hace una semana, cuando los etarras rodearon el cuartel de la Guardia Civil en Oñate. Nadie hizo nada para impedir el acoso. No fue algo espontáneo, que surgiera porque sí. El cerco se había anunciado con tiempo y bien. La presidenta del Colectivo Víctimas del Terrorismo (COVITE), Consuelo Ordóñez, acompañada por Concepción Fernández y Laura Martín, viudas de víctimas de los terroristas estuvieron allí, para defender la dignidad de los asesinados.

Una semana después de que cientos de proetarras rodearan el cuartel de la Guardia Civil en Oñate (Guipúzcoa), ni jueces ni fiscales, ni Gobierno Vasco, ni Gobierno de España han emprendido acción judicial alguna contra los secuestradores de los guardias civiles y su familiares, con niños incluidos, a pleno día, ante el pasotismo de la policía vasca, allí presente. Tampoco partido alguno ha condenado semejante acto delictivo, en el que los proetarras no cesaban ni se cansaban de llamar “perros” a los de dentro. A los gritos de los proetarras, las mujeres respondían con sus pancartas: “No son perros, nos liberan de la serpiente” y “Odio fuera”, lo que no deja de ser curioso que tengan que ser las víctimas las que quieran desterrar el odio.

COVITE ya había pedido con anterioridad que se prohibiera este execrable acto, porque era una incitación al odio y una humillación para las víctimas del terrorismo. Para la consejera de Seguridad del Gobierno Vasco nada había anormal en  la propaganda de los proetarras, en la convocatoria, donde invitaban a rodear el cuartel de los “perros” guardias civiles españoles.

Estos desalmados hacen lo que les viene en gana, porque saben que nada les va a pasar, como que “ancha es Castilla”, pero en las provincias del Norte. Es más, cada día se sienten más fuertes, respaldados por partidos como el de elBarredor, Pablo Iglesias –que llama sinvergüenzas a las víctimas de los asesinos-, amigo y defensor de ETA y partidario de la excarcelación de sus presos; de hecho, les ha facilitado la alcaldía de Pamplona y cuarenta ayuntamientos más en Navarra. Pero, y eso todavía es más grave -porque ha dado lugar a esto-, es el vacío de poder que se palpa a brazos llenos, el poder del Estado, el de la razón, el de la Ley.

Hemos llegado hasta tal punto en las provincias del Norte que hasta la banda de asesinos de ETA se permite emitir comunicados de protesta –protestando de protestar- como el relativo a la incautación de las armas de los terroristas en una casa-zulo de Biarritz (Francia). Ya es lo que nos faltaba, que estos asesinos amenacen a un país, a España, con recurrir ante la Comisión Internacional de Verificación -valientes sinvergüenzas, los de esta Comisión, peseteros, inmorales de la “caca”- por haberles quitado las armas que utilizan para asesinar. ¡Mecachis, si es que hasta se han “enfadao”! Porque es que así no se “juega”, que es que la Guardia Civil les ha “robao” diecinueve revólveres, siete pistolas, cinco mil cartuchos, cincuenta kilos de explosivos y setecientas placas de matrículas vírgenes. Está claro que Francia y España son contrarios a la paz, de ahí que vayan a acusar a ambos países ante la Comisión de “chorizos y caraduras” que se han inventado los asesinos etarras.
Por cierto, el asesino etarra Caride Simón -autor del atentado de Hipercor, donde fallecieron veintiuna personas- ha podido disfrutar de otro permiso –uno más de los que se le conceden a menudo-, pese a la oposición de la Junta de Tratamiento de la Prisión de Álava y la del propio fiscal. El juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, considera que tiene el preso una evolución positiva, así que, ale, otra vez a la calle. Acaso el juez aspire a llegar algún día a ser también alcalde de Madrid, como la exjueza Carmona, la señáManuela.