Delincuente, pero con permiso

Incógnita despejada sobre lo hablado entre el señor Rey y el delincuente presidente de la Generalidad de Cataluña en la reunión de ayer: el Rey se limitó a escuchar lo que le contaba el catalán -la "hoja de ruta del proceso soberanista"- y también le expresó, como en ocasiones anteriores, el inmovilismo de Rajoy para con su Comunidad. Miren, los del Gobierno estaban más dolidos que si hubieran tenido un dolor de muelas, mientras que los independentistas catalanes y grupos de extrema izquierda siguen "errequerre" en su idea de derrocar a la monarquía.

Es que, claro, la viceSoraya decía, también ayer, afirmaba que del encuentro entre el señor Rey y el delincuente se fijaba muy claramente que "cada uno es cada cual", es decir que "la linde es la linde", y que con el menor atisbo de ilegalidad con eso de la independencia se iba a actuar con contundencia, y ya está. Ahora que como la intervención sea similar a la del 9N se nos caen a todos los palos del sombrajo.

Porque, ya ven, hasta un delincuente se cuela en la casa del Rey, con el permiso y hospitalidad del dueño y la oposición del Gobierno. Así lo dice La Vanguardia -antes Española-, bien clarito. El Rey tenía que recibir a los nuevos presidente autonómicos salidos del 24M, pero fue el propio Monarca quien quiso incluir también al delincuente "para evitar la presencia del titular de la Generalitat en pleno estallido soberanista". Hasta después del 27S queda tiempo -a ver qué sucede entre tanto-, pero el señor Rey quiso recibir al catalán, ante la estupefacción de todos -ya nos tiene acostumbrados-, y, lo que se deduce, en contra del Gobierno. Si al menos le hubiera echado la bronca. Pero, parece que ni eso, que se tienen empatía y simpatía.

Pues, nada que sigan así el señor Rey, por un lado, y los de Rajoy, así, por otro. Mientras nacionalistas independentistas y extrema izquierda van consolidando sus alianzas para derrocar la Monarquía. La acción, en definitiva, estaría dirigida a acabar con el Estado surgido tras la aprobación de la Constitución Española del 78.

A ver por dónde salimos, con los catalanes y con los de las provincias del Norte, porque esto, como el comer, todo es empezar. Y no está el horno para bollos. No es lo que parece, es peor. Aunque, al parecer, las últimas encuestas dan que ha caído considerablemente el número de catalanes que desean la independencia, estos sediciosos se las saben todas. Ya oímos ayer al tal Homs asegurando que se van a pasar, los catalanes de la "hoja de la ruta", las leyes españolas por la entrepierna., contando, por ende, con la inmovilidad de Rajoy, de la que se chivó el delincuente al Rey. O acaso no se refería a esa inmovilidad; puede ser. ¡Caray, qué enrevesado!

En el País Vasco y Navarra las cosas no están muy claras; sobre todo, y de momento, en Navarra, donde la Guardia Civil y la Policía Nacional -las Fuerzas y Cuerpos de la  Seguridad del Estado- han iniciado el proceso de blindaje de su información y relaciones con la Policía Foral -unos mil setecientos agentes-, que será mandada y controlada por una Bildu-etarra. La nacionalista y presidenta de Navarra, Uxue Barcos, le ha dado a Bildu-ETA dos consejerías para lograr los votos de los terroristas para poder ser investida y echar a Unión del Pueblo Navarro (UPN). Una de esas consejerías es la de Interior y Justicia. Por lo menos, no van a tener, de momento, acceso a la información de la Seguridad del Estado, aunque sí a la de la Policía Foral, que, así y todo, ya es demasiado.