El engaño, como norma

“No estoy dejando vendidos a los griegos. Nunca pedí el “no” para salir de Europa, sino para fortalecer nuestra capacidad negociadora”. Eso decía esta madrugada el hombre, Alexis Tsipras, el “podemita” griego ante el Parlamento heleno. El plan presentado a los socios europeos fue aprobado, sí, pero a “regañadientes” por miembros de su propio partido; algunos no ocultaron su oposición. Pero, como siempre se dice en estos casos, y porque es verdad, a él se la suda, porque al igual que dice una cosa dice la contraria. El fin les justifica los medios, y si hay que mentir se miente y si hay que engañar se engaña. Y si hay que dimitir, eso se aplaza.

Primero, elTsipras dice a los de la Unión que vale que acepta lo que le imponen, pero, a la vuelta de la esquina –engaño- convoca un referéndum. Después les dice a los del su pueblo que estos europeos son el “coco” y nos quieren machacar, que hay que votar “no”. Gana con el “no” y no sólo no se va de Europa –engaño-, sino que acepta unas condiciones  mucho más duras –engaño- que las que la Unión le exigía antes del referéndum. La única verdad que ha dicho esta misma madrugada es que el acuerdo que se debatirá en el Eurogrupo “está muy lejos de nuestro programa”. Eso ya lo sabía él, y más que de sobra, cuando hizo creer –engaño- a los griegos en su campaña electoral que él era el “rey” y su voluntad sería ley para los socios europeos.

Todavía seguía diciendo anoche a sus paisanos que tienen el “deber de seguir luchando con orgullo”, cuando en apenas cinco meses ha dejado el país peor que un erial. A partir de hoy, como bien dice “el hombre”, a los griegos les espera un ‘campo de minas”, que ya se han encargado él y su partido “podemita” de sembrar. Podría haber añadido que el futuro de los griegos pasará por “el hambre, la necesidad y las lágrimas”, que los demás europeos trataremos de que así no sea, con el convencimiento de que, pese a todo, elTsipras no va a cumplir con el compromiso, pero no nos va a engañar, es que ya sabemos que nos va a engañar.

Se las gastan así estos “podemitas”, tanto en Grecia, como en Venezuela, como en España. Sin ir más lejos, la señáManuela, la de Pueden en el ayuntamiento de Madrid, nos decía que en la capital del Reino había más de 25.000 niños poco menos que muertos de hambre; y se quedó tan pancha. Al día siguiente ya eran 15.000, pero menos; bueno, al final que 2.700. Vaya un engaño, porque es que ella ya lo sabía. Y siguió quedándose tan pancha. Todo por lo que “podemos”, pero sin ni tan siquiera una disculpa. Otro tanto le ocurre a la “podemita” alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la que contrató a laMeona para que sea su portavoz. Decía laColau que ella un sueldo de dos mil euritos, que sobraba y bastaba, y que de coche oficial “nádená”. Ya se lo ha subido a cuatro mil, el sueldo, además de contratar al más inteligente del mundo, su compañero, que así todo queda en casa. De lo del coche, no ha querido el del anterior alcalde, sino que se ha contratado un “furgón” donde dar cabida a todo su séquito de camaradas.

Pero para engaño el de elBarredor a sus “coleguis”. Las listas a las generales se harán como él quiere que se hagan, y el que no esté  a gusto, que se vaya. Esto le va a traer cola; de hecho, ya andan por ahí los disidentes fundando “Ahora en Común”. Por cierto, y por si alguien no lo sabe, el otro día ordenó a una filial de Iberia retrasar el vuelo de Bruselas a Madrid, porque no llegaba a cogerlo. Sí, elBarredor. Lo peor es que la compañía obedeció, con lo que retrasó una hora la llegada de los demás pasajeros, algunos de los cuales perdieron sus enlaces con otros vuelos. Eso, ni Alfonso Guerra, cuando era vicepresidente del Gobierno de España, que se pidió un helicóptero para regresar a Madrid desde Vila Real de San Antonio, en Portugal. Ya digo, de nuevo, que “confesaos” nos cojan.