Este hombre no tiene vergüenza, se la ha debido comer el gato. Pero casi es
peor el hecho de que nadie lo haya parado ya, de una vez por todas. El
delincuente Arturo Mas, presidente
de la Generalidad de Cataluña, hace
y deshace a su antojo, pero, coño, con el dinero de todos los españoles. Tiene
a la infancia catalana desnutrida, no cumple las leyes, ni se atiene a las
sentencias judiciales, no deja de abrir embajadas del Estado Catalán, se ríe cuando “pitan” al Himno de España y llama terroristas a los españoles y al Estado Español cuando viaja al
extranjero.
La última deslealtad a España de este delincuente confeso -entre otras
cosas, ha asumido la responsabilidad de la organización del 9N, algo más que suficiente para estar
inhabilitado desde hace meses- la protagonizó hace unos días en Bélgica, cuando sin permiso del Gobierno de España –ni tan siquiera lo
comunicó- pretendió reunirse a solas con el viceprimer ministro de ese país. Según
lo establecido por las leyes españolas habría tenido que informar y obtener el permiso
para ello del Gobierno español. Pero, como es su costumbre, se lo saltó a la
torera. Aunque, por una vez, y a ver si sirve de precedente, a la reunión se
presentó por sorpresa el embajador español, que exigió estar presente en la misma.
Con “unpar”, sí señor. El delincuente Arturo Mas salió en este ocasión como un
diablo, con el rabo entre las piernas.
De todas formas, anda el delincuente de capa caída, tras la ruptura con su “querida”
de toda la vida, la Unión, y porque
a medida que se va acercando el 27 de septiembre, día en que presumiblemente se
celebrarán las autonómicas catalanas, y que quiere convertir en un plebiscito
soberanista, las encuestas le dicen que cada vez hay más españoles en Cataluña, que se le han “colao”. La
diferencia es abismal, casi diez puntos separan a los españolistas de los
secesionistas. Quizá tendría que haber convocado el plebiscito unos días antes,
el 24, día de laMercedes, la patrona
-también lo es de las prisiones, jeje-, por ver si le echaba una manita al apóstata,
porque me parece a mí que ni la monja aliada, esa “cojonera”, que tiene, poco
va a poder hacer, a no ser que rece mucho, mucho, si es que se acuerda de cómo
es eso del Rosario.
Pero, el delincuente es, no obstante, bastante cabezón –con un perímetro
sesero bastante considerable-, como diríamos por aquí, que siempre tiene que tener
la razón. Y, oigan, que, aunque sea a la desesperada -eso sí, con el nuestro dinero-
se ha montado un informe –lógicamente en vista a las elecciones-, en el que se
dice que la financiación a Cataluña
ha sido injusta, que esta Comunidad
ha tenido un déficit fiscal excesivo -provocado por cualquiera, menos por
ellos-, que tienen un montón de infraestructuras pendientes, que España
menosprecia la lengua catalana, que de la Ley
de Dependencia ni caso y que el Estado español pasa de cumplir las
sentencias. O sea que si a ese informe se le cambia el título y se dice “El
ataque premeditado de Cataluña a España”, lo clava. Ahora, este ánimo hostil,
lo va a repartir el delincuente Mas por las embajadas y organismos catalanes -que
son muchas y muchos- en el extranjero, para que lo difundan por allí. Esto para
que sepamos con quién nos jugamos los cuartos, o mejor dicho, para que sepa Rajoy a quién le regala nuestro dinero.
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