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martes, 4 de agosto de 2015

El Golpe de Estado al descubierto

Con la convocatoria ayer de elecciones para el 27S en Cataluña, el delincuente Arturo Mas ha dejado, sin paliativos, el Golpe de Estado al descubierto. Ya lo venía fraguando desde hace tiempo, sin que nadie hiciera nada por impedirlo, ni Gobierno ni tribunales de Justicia. Ciertamente, a la dejadez de un Gobierno, de "bolsillo" ligero para con las concesiones económicas a la Generalidad, se ha unido una Justicia, la catalana, que ha reusado llamar a declarar como imputado al delincuente Mas antes de las elecciones del 27S, y a eso se le llama hacer política, no Justicia.

El decreto de la convocatoria electoral no concluye con el punto y final de su publicación, sino que tiene un  punto y a parte que lo prolonga. Esta misma mañana así lo hacía el delincuente, que justificaba el carácter plebiscitario del 27S en que "tenemos derecho a la legítima defensa" y en que tenemos que contar "cuántos están a favor del sí y del no" en el proceso. Si eso no es plebiscitario que venga Pujjol y lo vea.
La convocatoria es plebiscitaria, porque a ella se acompañan las actitudes de los políticos secesionistas. No sólo se trata de una convocatoria normal, en un decreto sobre el papel, sino que las actuaciones y las declaraciones y las intenciones son y constituyen el fondo de la misma. El delincuente, como tal, miente, engaña e instiga a los ciudadanos a la secesión. Y esto lo hace ante los medios de comunicación, es decir con publicidad: "el sí a la independencia ganará a partir de los 68 diputados". Por si hubiera dudas.
Es lo que se denomina -al menos así lo hace un exvicepresidente del Tribunal Constitucional Ramón Rodríguez Arribas- un "fraude de Ley". Arribas afirma que plebiscito y elecciones son términos antagónicos y el convertir una cosa en la otra es "fraude de Ley" y que los plebiscitos son los instrumentos políticos propios "de los que han dado un golpe de Estado". Y eso es, en definitiva, es lo que ha hecho esta mañana el delincuente Arturo, reconociendo que, aunque en la convocatoria escrita no se cita -como argucia para evitar la intervención del Gobierno de España y de los tribunales-, lo que se ha convocado es todo un plebiscito.
La razón, la lógica y la Ley están a favor del Gobierno Central y de los tribunales de Justicia; otra cosa es que el uno y el otro hagan la política de avestruz. El Gobierno tiene más que suficientes resortes legales para parar esta locura de un verdadero demente. La Justicia la podría haber evitado, que tiempo ha tenido desde el 9N -y antes- habiendo inhabilitado al delincuente, que, además, desvaría tal cual si fuera un "salva patrias", pero que no sabe dónde se está metiendo, la que está liando e ignora cómo puede acabar todo esto. Es el sinsentido andante, de un delincuente al que le han permitido llegar hasta aquí, de manera gratuita y financiado desde el Estado. Curiosamente, hoy mismo, en la presentación de los Presupuestos de 2016, se ha sabido que el Gobierno eleva en un 10% la inversión en Cataluña.
Además tiene el delincuente la cara dura y la desvergüenza de pedir que no haya "una guerra sucia" durante la campaña electoral, es más espera que sea "noble, limpia y honesta", adjetivos que le deben sonar muy bien, pero que parece desconocer por completo su significado, cuando en su día se comprometió a cumplir y hacer cumplir la Constitución Española y lo que ha hecho ahora, y viene haciendo desde hace tiempo, es un delito continuado de alta traición. Pero parece que los que deberían haberlo visto así tenían y tienen cortedad de miras.

De la chorrada del día, destacar que las ponencias de un Congreso en Cataluña recogen que, además de Colón, Da Vinci y Cervantes, también la mística Santa Teresa de Jesús era catalana; puede que mañana declaren a Ávila, ciudad del futuro Estado Catalán.

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