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martes, 11 de agosto de 2015

La superioridad de la raza

En verdad, de verdad les digo que ya conocía de sus historias y andanzas individualizadas. Cuando nos enteraron de que juntaban a los cuatro para realizar un vídeo independentista, la lívido se descontroló. ¡Esto es la guerra! Todo junto. A ver quién lo desenladrillará, que buen desenladrillador será. Así, así, como les digo una "peli" totalmente en español, para que puedan comprender el mensaje la gran mayoría de los catalanes, porque la propuesta-moraleja final no es vana: desobediencia civil, si no nos dan lo que es nuestro, quiero decir de ellos, lo que consideran suyo.
Permítanme -como Matías Prats en el anuncio- que les recomiende que se sienten, que se acomoden lo mejor posible. A partir de este momento podrán ver un film, que ni Buñuel ni Berlanga juntos serían capaces de sacar a la luz -en blanco y negro, por supuesto-, más que nada por pudor y por temor a la mala fama.
Una monja -ella, la "cojonera", con hábito y todo- dominica, natural de Tucumán (Argentina); una reportera del "corazón", con pinta de brujilla -Cruela- histérica, que hasta presentó una ridícula canción -rechazada, por cierto- para Eurovisión; un personaje que se dice actor, y cuya mejor representación de toda su carrera ha quedado plasmada en este grabación; y un elemento de los de la CUP, esos que suelen ir al Parlamento catalán como guarrillos, aunque éste, ciertamente, algo menos, al parecer periodista.
Los personajes, al estilo de un anuncio de una entidad bancaria, se despachan a gusto e infunden confianza en el futuro para el resto de los catalanes, siempre que sean un Estado independiente, libre, de un país al que España no le robe.
Lucía Caram, que así se llama la monja, sueña con "una república independiente, en la que todos se querrán como hermanos", y primos y familia allegada, y está enamorada de la humanidad y "esto me lleva a no tener fronteras". Seguro, seguro, que elabora pasteles en el obrador del convento y, ala, a repartir por el ancho mundo. ¡Que no "ahiga" miserias!
Pues no vean lo de la brujilla histérica, a la que le gustaría trabajar por las mujeres maltratadas, porque, claro, viéndola, parece que a ella la vida no le ha hecho maravillas, por eso de los bordes y de los límites. Dice esta Carmele Marchante, que así se llama ella, que cuando sean una nación serán muy generosos con otras naciones, es decir, que les va a salir el dinero por las orejas, pero que mientras tanto está "por la desobediencia civil", hasta que le den lo que es suyo. Pues, vale, en este caso la actuación de la fiscalía.
Del que afirman que es periodista -cuyo nombre aquí es irrelevante-, de los de la CUP, de los "guarrillos", parece, como dije, que está bien aseado; seguro que porque lo avisaron con tiempo. Bueno, bueno, lo de éste junto con lo del otro -que dejamos para el final-, ya ni calificativos se encuentran a lo que espera de su país independiente. Todo lo bueno y nada, pero es que nada, medianamente malo.
Lo del actor -fíjense, se llama Juanjo Puigcorbé- es lo máximo. Hace una clara distinción entre la "superioridad tradicional catalana" y un nuevo origen de España, el franquismo. Para el laureado actor -tres Óscar, cinco Goya, otras cinco Conchas del festival de San Sebastián y se espera obtenga ahora una distinción del festival de Locarno- "nosotros somos una sociedad progresista y avanzada". Esto, junto a lo anterior, es lo que conformaban la base de la ideología nazi. ¡Manda narices, el tío!

La chorrada del día la soltó la "podemita" Ada Colau, al volver de vacaciones -servidor lleva varios años sin ellas, las vacaciones-, que se ha mostrado cabreada porque se siente "acosada" por la calle y por las peticiones de trabajo y que porque, poco menos, los de ABC le hacen "escrache". Amenaza con tintar los cristales de su flamante "fragoneta" y con "bunkerizarse". Pues, si no está conforme, que se vaya de este pueblo, que diría Gila.

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