El Tribunal, propiedad de Mas

Es que servidor, si fuera el presidente del Gobierno -que no quiero serlo-, como Rajoy, ya me habría "cepillado" al ministro de las Justicias, Rafael Catalá. El fallo de ayer no se le puede permitir al ministro del ramo. Si el gabacho que inventó lo de la división de Poderes del Estado levantara la cabeza, no sé yo si elCatalá iba a andar muy lejos de probar la guillotina. Menuda la que ha armado. El presidente desmintiendo que el Gobierno haya tenido intervención alguna en la imputación del delincuente Mas, el fiscal diciendo que no cabe la intencionalidad política y, al final, todos escandalizados, nosotros.

El delincuente Arturo Mas, mientras tanto, se lo pasa que "passa" de todo. Hasta tal punto que jura y perjura que él, legalmente, no desobedeció y que, políticamente, hubo una rebelión democrática, "pusimos las urnas". Semejante sandez sólo se le puede ocurrir a un descerebrado, declarar esto y hacer lo que hizo el 9N. Igualico que el que asó la manteca. Que no nos tome por "tontainas". Encima, el delincuente se enfada, y está amenazando a los guarrillos del Comité de Unidad Popular (CUP) para que lo voten en la investidura; quiere la mayoría absoluta independentista, porque ya está harto, y haber llegado hasta aquí para nada es tontería -no se imagina cómo estamos los demás, encantados de botarlo- y no quiere otras elecciones, porque, en realidad, teme que el su fracaso sea aún mayor.

A todo esto, "La Vanguardia" -antes, no se olviden, "Española"- anuncia que los guarrillos, los de la CUP, están dispuestos a bajar al ruedo y "mojarse" y votar por el delincuente. Es decir, y para que se entienda bien y claro, está presionando e intimidando a los guarrillos, para que el fracaso del Conde de Godó -Grande de España- y sus medios de comunicación serviles, rastreros y pesebreros no caigan al final en el ridículo espantoso como en el que ha caído el delincuente. Pero ya es tarde para el Conde. Jurada se la tienen en La Zarzuela.

Lo peor de todo esto es que el magistrado ponente del caso del delincuente Mas, Juan Manuel Abril,  llegó al cargo al más Alto tribunal catalán con los votos de CiU (partido del delincuente), ER (los republicanos socios) y PSC (los socialista catalanes, que han perdido la brújula). Así que, ahora, tendrá que agradecer el favor. Es más, cuando la Fiscalía presentó la querella contra el delincuente -lo que le costó la dimisión al anterior Fiscal General de Estado, Torres Dulce- estos elementos del tribunal Alto, empezando por su presidente, Miguel Ángel Gimeno. no eran partidarios de que se juzgara al delincuente y golpista Arturo Mas. Por tanto, de aquí puede salir cualquier cosa, desde un delincuente que tenga que penar -prisión e inhabilitación- o un mártir alabado y deseado por los suyos, pero, eso, sí delincuente y descerebrado. Eso no se lo levanta ni tan siquiera el Tribunal Constitucional.

Como esto llega a casi todas partes, me refiero aquí en España, los que ya están viéndolas venir, o si quieren, esperando desde la barrera, son los separatistas del País Vasco. De momento, no interfieren en el asunto, pero están tomando nota. De hecho, el domingo pasado, el presidente del Gobierno Vasco, Íñigo Urkullu -el que entiende y comprende el sufrimiento de las familias de los presos de ETA- , ya lanzaba la primera piedra: España tiene un problema -otro más- con nosotros, que, sentenciaba por su parte el presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), añadiendo que "somos vascos" y nada más que vascos. Lo peor para su ego es que no son tan antiguos como se creían. Ahí está Atapuerca, que, como el algodón, no engaña.

-- Estos del catalán Banco Sabadell son la releche. Vamos, que tienen un morro que se lo pisan. La semana pasada apoyando a la Asociación Españaola de la Banca para influir en que se mantuviera el orden constitucional en Cataluña y que, si no había gaseosa, se iban y el lunes emitiendo un comunicado interno a sus trabajadores asegurándoles que no había nada que temer en la Cataluña de Mas. Pues, ya saben, insurrección civil, que está muy de moda, y no le debemos nada.