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jueves, 17 de septiembre de 2015

Un etarra, al igual que Tejero, asaltó el Congreso

La próxima vez quemará la bandera de España, con toda la publicidad que le da estar en la tribuna del Congreso de los Diputados, se sacará la "chorra" y se meará en todo el Ejecutivo que se coloca en las primeras filas y, antes de bajar del púlpito, un buen lapo para el presidente del Hemiciclo, que es así como una cosa tonta y ni dice ni hace nada de nada. Total, el etarra ya terminaba su intervención y para qué le iba a decir algo Jesús Posada. Pero, casi peor, que, excepto dos o tres, los diputados contemplaran -como si con ellos no fuera el asunto- cómo el chorizo terrorista rompía en sede parlamentaria un ejemplar de la Constitución Española. Eso es grave.
Era previsible, y como digo, cada vez se atreverán a más. Nadie ha hecho nada por ilegalizar a estos etarras, es más todo han sido facilidades. Se han ido engrandeciendo cada vez más, y hete ahí las consecuencias. El acto de ayer de este chorizo de Amaiur es tan grave, me atrevo a decir que aún lo es más, que la "pitada" al Himno de España en el campo del Barcelona. Diría más, que es asimilable al asalto de Tejero al Congreso de los Diputados, pero sin pistola, aunque a saberse; de todas formas, ya la tiene en el País Vasco, y muchas. Ambos pretendieron romper el orden establecido; ambos rompieron con el orden establecido.
El Presidente del Congreso, Jesús Posada, que tiene facultad para expulsarlo por su acción e inhabilitarlo, en espera de lo que se pueda decidir más adelante, se quedó tan pancho. No se habría pasado un pelo Posada si hubiera llamado a la policía para que lo llevaran a comisaría y pasara allí la noche, mientras se aclaraban las cosas. ¡Con un par! Miren ustedes, yo, por si acaso, su madre, la del etarra. Y si les parece bien, con la dimisión por delante del presidente del Congreso, si es que está ya senil.
Porque, es evidente, que de esos barros estos lodos. Se ven ya tan libres y tan desinhibidos los de la banda mafiosa y asesina etarra  que ya hasta se codean con el Gobierno francés, concretamente con la ministra de Justica del país galo. Esta señora, de cuyo nombre no me quiero acordar, de ideología similar a los de Pueden, los de elBarredor, los recibe en su despacho oficial -ya va por más de una docena de veces- y hasta les da té con pastas, cuando lo lógico sería sopa con ondas. Todo ello con el conocimiento del Gobierno español. Estas reuniones, según el nuestro ministro de Justicia es algo normal. Pues, que venga Dios y lo vea, si eso es algo normal, a no ser que nos esté ya anunciando que dentro de poco este tipo de encuentros se vayan a celebrar en España entre los asesinos y el propio Gobierno, en la sede del ministerio de Justicia. Por cierto, también debe de ser normal que Francia deje en libertad al huido etarra Plazaola y que no lo entregue a la Justicia española. Normal.
Lo que les digo, que la dejadez y la permisividad de los sucesivos gobiernos españoles le están dando alas a estos asesinos y, a la vez, han terminado con el pudor -si es que algún día realmente lo tuvieron- de los dirigentes políticos vascos, como el presidente Urkullo, que ya bien claro dijo que estaba con los familiares de los presos etarras y entendía su dolor; no el dolor de los familiares de las víctimas asesinadas. Hoy, va más allá: se va a gastar veinte millones de euros en lo que denomina su "Plan de Paz" -aquí no ha habido ninguna guerra, sólo asesinos de ETA que han matado a un millar de personas, entre ellas a muchos niños-, en el que incluye homenajes a más de veinte etarras. Los familiares de los asesinados por ETA califican esta acción de "broma macabra de suma gravedad". No es para menos. A ver quién es el valiente que lo para.

--Para el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa es mezquino y provinciano hacer retroceder el idioma Español para que prospere el Catalán. Ya lo sabíamos, pero está bien que lo diga un Nobel. Los políticos catalanes que hacen y promueven esa acción hasta han llegado a aprender a hacer la "o" con un canuto, pero siguen siendo provincianos y mezquinos.

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