Rajoy permite a los "podemitas" el control del "Pacto"

Todos nos preguntábamos ayer que qué pintaba un "podemita" en el acto de la firma del "Pacto Antiyihadista", porque firmar no lo firmó. Ya Tenemos la respuesta: al partido de extrema izquierda se le permitió estar presente, porque se le ha otorgado la categoría  o título de "observador". Tal cual. Algo así parecido como si en Venezuela celebran elecciones y a las mismas acuden observadores internacionales, para asegurarse de que el proceso es "limpio". Serán, por tanto, los "podemitas" los que ahora controlen a todos los partidos democráticos que han firmado el "Pacto".

Todo ha sido por la graciosa voluntad del Gobierno de España, que preside Mariano Rajoy. No quiere que los "podemitas" se queden fuera, sin enterarse de lo que se pueda "cocer" dentro del "Pacto", aunque, permítanme que insista, no lo han firmado. Así que estarán informados puntualmente -antes que todos los demás ciudadanos -de las peticiones que pueda hacer Francia a España y de las posibles soluciones que se puedan plantear, posteriormente, a la Comisión Permanente del Congreso de los Diputados.

O sea, a ver si me aclaro, porque todo esto me parece dantesco. Porque vamos a ver, coño, que ya uno comienza a cabrearse con tanta gilipollez. No se entiende que se le puedan dar todas estas facilidades a este partido. Es que es un partido que ha abominado del "Pacto Antiterrorista" contra la banda mafiosa de ETA y ha repudiado públicamente a las víctimas, un partido que quiere acabar con la política penitenciaria en relación a los etarras que cumplen penas por asesinatos, un partido que ha pactado con los proetarras de Bildu y les ha facilitado llegar a la alcaldía en muchos ayuntamientos de Navarra y del País Vasco, un partido que va en coalición con los proetarras de Bildu a las elecciones generales del 20D, un partido que no se identifica con los valores del "Pacto Antiyihadista", un partido que sólo está a favor de su "Consejo de la Paz" -integrado por él sólo, y nada más-, un partido que apoya el manifiesto del ¨No a la guerra", de los Bardem y de laColau y de elKichi, y que se van a ir mañana de "correcalles, sin que sepamos muy bien todavía si para pedir que haya guerra con la que justificar la manifestación -hoy por hoy, no estamos en guerra- o en petición de más ataques terroristas para convocar de nuevo más concentraciones para volver a decir "No a la guerra". Esto no hay quién lo entienda.

Perdóneme el señor presidente del Gobierno -o no, me es indiferente-, pero tendrá que responder ante los electores de tamaña barbaridad, como el "podemita" jefe tendrá que responder ante los suyos por no haberse adherido al "Pacto". A mí me da igual lo que hagan los "podemitas", pero me preocupa muy mucho, enormemente, en cantidad supina, que se le haya concedido esa "gracia" -santificante- a quien ha despreciado un "Pacto" contra el terrorismo, contra el terror, contra los asesinos, porque no comulga con los valores que allí se recogen, pero que sí apoyan todas las fuerzas democráticas del país. Es cuestión de Estado, no de partidos, y mucho menos de barrios. El presidente del Gobierno ha caído en la trampa y nos ha metido al "enemigo" en casa.