Coleta Morada pedir Consejo de la Paz

Coleta Morada proponer ahora creación de "Consejo de la Paz". ¿Ao! El nuevo cheroqui querer parar, como sea, VII de Caballería. Y eso no es serio, hombre, que andamos todos acojonaos sólo de pensar que mañana tenemos que montarnos en el Metro o en los Cercanías, y viene este diciendo que todos juntos alrededor de la hoguera, chupando de la pipa. No hombre, no, que lo que queremos es estar protegidos, que no nos trunquen vidas y familias, como les ha ocurrido ayer a los de la matanza de París, como a los de los trenes de Madrid, como a las víctimas de ETA.

Lo que le sucede a este trasnochado, vanguardista de pacotilla, es que se ha dado cuenta de que ayer hizo el ridículo, dejó a muchos de los suyos con el culo al aire y hoy ya sabe que esa chulería de no querer saber nada del "Pacto Antiyihadista" le ha costado un montón de votos -otros cientos o miles más-, como le ha costado el apoyar a los secesionistas en su afán por celebrar un referéndum, con "su" derecho a decidir; al fin y al cabo, querer "romper" España.

Nos viene ahora este trilero -para ver si puede salir del fango en el que se ha metido- proponiendo -o casi exigiendo, porque da lecciones de todo- la creación del "Consejo de la Paz". Menos mal que llegó "el salvador"; nadie se había dado cuenta. Nosotros somos vengativos; él es el bueno, el defensor de las libertades y de la democracia. Él y los suyos acólitos, están facultados para decidir, donde quiera que vayan, quién es y quién no es demócrata. Los demás somos tontos, o peor.

Le dice en su petición al presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy. -y por ende al jefe de la oposición y a los demás partidos que quieren sumarse al "Pacto Antiyihadista"- que su objetivo es "defender el Estado de Derecho, los valores esenciales de la vieja Europa, de los que nos sentimos tan orgullosos". Pero no aclara a qué Europa se refiere, si a la de Lenin, Stalin o Marx. Es un decir.

El "Pacto Antiyihadista" defiende unos valores muy claros y muy concretos, valores con los que el "podemita" no se siente identificado. Esos valores son proteger la integridad de un país y a sus ciudadanos y un modo y forma de vida de la cultura occidentales. No busca -como él quiere dar a entender- la venganza, sino, simple y llanamente, hacer Justicia, como ya le dijeron ayer -afeando su postura, la de el "podemita"- el jefe de la oposición, Pedro Sánchez, y el jefe del partido emergente -que se le escapa-, Alberto Rivera.

De todas formas, podría haber hecho extensiva su propuesta a los miembros del G20, reunidos hoy, donde unánimemente abogan por coordinar acciones contra los terroristas-asesinos islamistas. ¡Qué pena no haya llegado antes esta propuesta! ¡Hela ahí, jefes mundiales, del mundo, esto sale de España, de un español, de un machote! No obstante, tendría que decirles antes -por un por si acaso- que para él los himnos nacionales no significan nada -la gente que salía del estadio de Francia, lo hacía cantando la "Marsellesa"- y que se les puede pitar, que no pasa nada, como se pitó al Himno de España -esa pachanga, fachosa, que diría él- en Barcelona y que los símbolos -por ejemplo, las banderas, son sólo trapos- y que se puede pactar con los terroristas para que facilitarles y darles el poder en ayuntamientos -como ha hecho él con los proetarras en el País Vasco-, incluso ir con ellos en coalición a unas elecciones generales, como va a ir su partido el 20D en algunos lugares del Norte. Y si hay que menospreciar, ignorar e insultar a las víctimas, como ha hecho él con los familiares de los asesinados por ETA, se hace y ya está. Pero, no hay que blasfemar, como dice el Santo Padre, y  menos cuando todavía las campanas tañen a muerto.