Bildu, con información privilegiada

Si es que no digo que no, que probablemente sea lo más lógico y los más razonable -o no-, pero una cosa es una cosa y otra algo muy diferente. Para que nos entendamos, a ver si me explico. Está bien -o no, ya digo- que los políticos no utilicen el atentado de Kabul para hacer campaña. Pero, coño, otra cosa somos los ciudadanos, que desde que se produjeron los hechos seguimos casi a dos velas, confusos, expectantes y preocupados. Que es que nadie nos ha dado un "tranquilizante" y seguimos casi como en la tarde del sábado, pero con dos policías nacionales muertos.

Pues, es que, miren, lo único que parece que está claro es que los dos agentes españoles en la embajada de Kabul fueron asesinados por los talibanes y que el ataque de los terroristas fue un ataque contra España, en tanto en cuanto dos españoles resultaron muertos y los intereses de nuestro país en Afganistán -entiéndase el inmueble la embajada- fueron atacados. Hasta ahí, punto.

Pero, no termino de entender -o el ministro de los Interiores no sabe explicarse- es si el ataque terrorista se produjo directamente -y si así lo entiende el Gobierno de España- contra la legación española o contra la "pensión" de al lado y, de rebote, se vio afectada nuestra embajada. No lo ha dejado claro el Gobierno. Ahora bien, si se leen los periódicos y las narraciones de algunos de los policías allí destinados, aquello fue una verdadera guerra, donde los terroristas incluso penetraron a tiros en la embajada y no hubo más muertos, porque el personal se pudo refugiar en los búnkeres de la misma. Doce horas de fuego de guerra intenso, con bombas incluidas, dicen que duró la contienda.

Y no es eso, de verdad, que no. Que es que después de reunida la comisión permanente del "Pacto antiyihadista", perdonen, los ciudadanos de la barra de pan seguimos exactamente igual: un poco más informados por los periódicos, pero tan inquietos como desde el mismo momento en que supimos de la comisión del atentado. Porque ni nos han dicho más, ni sabemos a qué acuerdos se llegaron, si es que los hubo. Y no nos vengan con que cuestión de Estado, que justo hace un mes se produjo la masacre de París, y ya ven los resultados.

Lo que sí sabemos es que el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, informó inmediatamente a los líderes políticos del atentado y que fue Alberto Rivera el que pidió la reunión con carácter de urgencia del "Pacto". También sabemos que el presidente telefoneó al presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que no ha firmado el "Pacto" y que a propuesta del presidente Rajoy los "podemitas" participan en el "Pacto" como observadores, cuando no son firmantes del mismo. También sabemos de la debilidad de Urkullo por las familias de los presos etarras asesinos y del cariño de Pablo Iglesias por los proetarras de Bildu, a los que ayudó a llegar a muchos ayuntamientos y con los que va en coalición para las elecciones del 20D, y para los "socios" no hay secretos. También sabemos que el "Consejo de la Paz" -el que se sacó de la manga elBarredor para contrarrestar al "Pacto"- de los "podemitas" no ha sido convocado.

Faltan todavía muchas explicaciones por dar y muchos datos por conocer, como por ejemplo saber si la legación española -y todas las repartidas por el mundo, especialmente las más susceptibles de ser atacadas- reunía las medidas de seguridad suficientes para prevenir o repeler un ataque como el de ayer. Acaso las embajadas de la República Independiente de Cataluña estén mejor dotadas que las nacionales de España y que Arturo Mas tenga tanta información o más que nosotros, aunque confiamos en que Rajoy no lo llamara por teléfono para mantenerlo informado, al golpista Arturo.

En cualquier caso, lo que nosotros queremos es saber qué ha pasado realmente en Kabul y qué medidas va a adoptar el Gobierno, o en su caso el "Pacto". Porque es que seguimos como estábamos, pero con dos muertos y más "canguis". Solamente queremos saber más.