Almendras para todos

No pensaban los Pujjjol, Jorge y Marta Ferrusola, que llegaría este día; es más, si prácticamente se ha finiquitado el año. Pues, sí, como lo ven, el juez, por un pelín, cogió al vuelo lo que queda del actual diciembre. No es que los haya pillado a traición, es que ha coincidido. La Justicia es así, cuando uno menos se lo espera o cree que está libre de toda culpa, o por encima del bien y del mal -¡zás!-, se le pone al juez de turno que hasta ahí hemos llegado; más bien, los Pujjjol. Porque el año nuevo entrará con el pie cambiado, a bailar a otro ritmo. Ellos y sus queridos hijos. No son, precisamente, la admirada y querida familia de los Trap.

Veremos si el exhonorable le da al juez José de la Mata -ojo, este ya es de la Audiencia Nacional -quiero decir que no es de los juzgados de Barcelona- la bulla y la bronca que les metió a las sus señorías en el Parlamento catalán. Esto ya es otra cosa. Aquí hay una imputación , que puede ir a más, por blanqueo de capitales. Intrigados estamos por saber de dónde han salido esos dineros. De poco le va a servir a Pujjjol, y  a su esposa -la matriarca del clan- menear las ramas; lo más que va a poder lograr es que caigan almendras para repartir, incluso hasta para Eloísa, si se tercia.

No corren buenos aires estos días por Cataluña -la futura República-, son peores que la "tramontana", que bien se sabe por dónde llega y por dónde se va y los males que deja. Hoy son aires revueltos, emponzoñados, de futuro incierto. No sé cómo se dice en Catalán, pero lo traduzco al Español, que así nos enteramos todos: malo, malo, malo.

Lenta es la maquinaria de la Justicia, pero cuando se pone en marcha no hay quien la pare, ni el exhonorable, ni el delincuente Arturo Mas, ni los dos juntos a la vez. Lo mas inquietante es que no se sabe cuándo, ni cómo va a acabar. Algunos, ciertamente, además de poder parar en la cárcel, por el camino se han hecho sus necesidades pantalón abajo, lo que quizá sea más humillante que el tener que penar.

También anda pendiente de los tribunales el delincuente Arturo Mas, que, muy chulín él, con sus alcaldes con los bastones en la puerta del juzgado, pero él dentro, que casi se va patas abajo cuando se tuvo que sentar delante del juez, y eso que eran, si no amigos, bastante conocidos.

Anda envejecido, últimamente, el delincuente Arturo. No en vano las preocupaciones son muchas y, aunque esté rodeado de gente, se siente solo. Porque si lo inhabilitan es a él y si tiene que ir a un penal se va él. Y las dos cosas no son descartables, pueden suceder. Tiene un futuro incierto. Y los "cuperos" de las CUP, con la casa sin barrer, y cuando lo hacen lo tiran todo para dentro y lo manipulan y lo retuercen y ahora le dicen que ya no el día dos, sino el tres. Porque el cartero siempre llama dos veces, pero pueden ser tres o más. Y las grandes familias catalanas de empresarios -o los que tienen las empresas más grandes- y los de la patronal le vuelven la espalda. Todo se junta y se complica cuando estaba convencido de que los "cuperos" le iban a devolver a su trono, y para ello se preparaba, para la investidura: el día 29 primera sesión y el día 31 la segunda, la investidura, la proclamación. El año no tiene más días.