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miércoles, 6 de enero de 2016

La Cabalgata que nunca llegó

Todavía sigo intrigado por lo que le diría la criatura de la exdiputada "pepera" Cayetana Álvarez de Toledo, para que esta, ni corta ni perezosa, se lanzara a tuiter para decirle a laseñáManuela que "¡jamás te lo perdonaré!" Parece que el dicho se produjo en cuanto que el niño vio la cabalgata de los Reyes Magos de Madrid. Algo muy duro o hiriente o puramente tierno tuvo que ser, con su lunita plateada, para que el comentario de un pequeño incitara a la madre a desahogarse de esa manera, que daba la impresión de estar pidiendo auxilio, socorro.
No es para menos. Mi amigo Manolo R., que es él muy sesudo, cabal y comedido en las palabras, estaba esta mañana indignadísimo, porque la señáManuela se ha "pasao". Nos ha puesto por Reyes a tres payasos vestidos de feria. Y, ya digo, Manolo no es, precisamente, un niño y es, más bien, "tiraopalasizquierdas", pero menos.
Está visto que todo lo que toca laseñáManuela termina hediendo, y en especial todo lo que se refiere a los niños. Es que no da una. Se cree la más "progre", pero, con su edad y su mediocre formación, lo que hace es el "ridi" y acongojar a los peques, que contra ellos sí que se atreve, sí.
Sólo a ella se le ocurre poner una Cabalgata de Reyes sin estrella -quizá la que a ella también le falta- y sin las ocas del palentino Miguelillo -que ya eran como de la familia- y sin elefantes y sin camellos y dromedarios. ¡Pero, de qué va laseñáManuela! Si el caso no es que los niños se lo pasaran mal, lo que sucedió es que iban a ver una cabalgata que nunca llegó. Vieron, eso sí, cosas nuevas, que ninguna relación tenían con lo que se esperaban, con lo que debió ser y no pudo. LaseñáManuela logró transportarlos en el tiempo, adelantarlos en las fechas, porque los "peques" pensaron que estaban ya en los carnavales, aunque con un frío que "pela". Ni un Villancico, ni una alusión al Niño Dios, que, al fin y al cabo, es por quien se mueven los reyes, los magos. Nada. Cualquier parecido con la realidad tradicional fue pura coincidencia.
Esto no es ni medio serio, hombre. No sabe -claro, claro- laseñáManuela que en lo de las cabalgatas está todo inventado, porque se basan en unas costumbres y en unas tradiciones, que, con mayores o menores aderezos -dependiendo igualmente del presupuesto- es lo nuestro, lo que queremos ver y que queremos que vean nuestros hijos y sus hijos y más allá. Contra eso no pudieron ni Lenin ni Stalin, cuanto menos laseñáManuela, por más empeño que ponga.
Lo de ayer,  el desfile que organizó para los niños de Madrid la alcaldesa de la ciudad resultó patético. Los Reyes Magos, en efecto, parecían monos de feria. El Rey Melchor se mostró como un energúmeno con mensajes subliminales. El Rey Gaspar, como siempre sucede con los de en medio, pasó sin pena ni gloria. Lo más de lo más ridículo fue cuando el Rey Baltasar -ídolo de los niños- se puso a tocar un instrumento y a cantar una canción -luego nos dijeron que era guineana, con un instrumento equis- es el escenario de la puerta del Ayuntamiento, iluminado de morado. "Sonrojante".
Ciertamente, la de ayer fue la Cabalgata de la venganza de laseñáManuela contra los niños madrileños y sus madres, por no querer los unos recoger las "pavas" de las calles y por no querer, ellas, limpiar los colegios de sus hijos. Es mala, mala, mala hasta decir cruela. Así se las gastan estos "podemitas", incluso con la noche más mágica de los niños.

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