De manteros y perroflautas

A ver, a ver si es verdad que alguien comienza a moverse. Que es que da la impresión de que muchas decisiones en algunos ayuntamientos son realmente -y valga la contradicción- del todo surrealistas, pero, por contra, y aunque afectan gravemente a varios colectivos, nadie dice ni hace nada para evitarlo. Es como si se viviera un momento en el vacío, en el que unos advenedizos llegados a la política- que están en su derecho- se encontraron con un juguete entre las manos y comenzaran a destruirlo, poco a poco. Y los que los vemos, callaítos, por si acaso. Hay miedo.

Los casos más palpables los tenemos en las dos capitales españolas más importantes, no sólo del país, sino también de Europa: Madrid y Barcelona. Las alcaldesas respectivas, laseñáManuela y LaColau, ambas podemitas e integrantes del Club de la Bata guateda y zapatillas de pompón. Desde que las encumbraron al poder -que no ganaron las elecciones en sus municipios- hacen y deshacen a su antojo, entre la pasividad de la oposición y la desidia de los ciudadanos, que hartos de estar hartos ya ni se cansan, passsan de las alcaldadas.

A la edil podemita de la ciudad condal -que dicho sea de paso no tuvo oficio ni beneficio hasta llegar a la poltrona- no se le ocurre ahora otra cosa que reducir la apertura dominical de los comercios a tan sólo cuatro al año; si tal cual, "cuatrodomingoscuatro", dos en mayo y dos en octubre, precisamente en las épocas en que menos turismo recala en Barcelona. Los empresarios están que se suben por las paredes, o por lo que les pongan delante: ni les ha consultado ni les ha pedido opinión, como si no existieran.

Se ven los empresarios avocados a la ruina, y no entienden cómo una ciudad como Barcelona se puede permitir ese lujo -que es barbaridad- teniendo en su rededor más de cien municipios que pueden disfrutar -y de hecho lo aprovechan- de horario libre de comercio. La podemita laColau quiere hacer creer que la medida la impone para salvar a los pequeños comerciantes, cuando estos están convencidos de que los únicos a prosperar con esta nueva alcaldada van a ser los manteros, que, libres de impuestos, ocupando los mejores lugares en las calles, sí que pueden vender mañana, tarde y noche, incluidos todos los domingos y festivos, protegidos por la policía y amenizados por los perroflautas. ¡Vaya imagen!

Parece que laColau está logrando despertar a los empresarios barceloneses -incluidos algunos con ideología separatista, porque la "pela es la pela"-, que parecía que se encontraban en el limbo, viéndolas venir. No les entra en cabeza esta nueva alcaldada, como no entendieron lo de la moratoria hotelera, ni todas las trabas que desde que llegó al consistorio pone al desarrollo turístico de la ciudad. Son miles y miles de millones de euros los que están en juego y miles y miles de puestos de trabajo y miles y miles las familias, que si no tienen trabajo, ni ingresos pueden llegar, por poner un ejemplo, a ser desahuciados, desalojados de sus casas.

Pero, como no hay mal que por bien no venga, todas estas alcaldadas, y más, ya han encontrado beneficiarios, en los municipios cercanos a Barcelona, principalmente Hospitalet, lugar donde los empresarios extranjeros del sector turístico han encontrado una salida a las trabas de la alcaldesa podemita. Hospitalet les facilita los asentamientos -el primero es la cadena hotelera de la línea aérea de "bajo coste" EasyJet -EasyHotel-, y ya han empezado a construir un establecimiento hotelero; son muchas más las empresas que han pedido los correspondientes permisos. Los de Hospitalet, encantados, y dando facilidades, que es lo suyo: impuestos más bajos, buena comunicación con el aeropuerto y con la ciudad condal, libertad de horarios comerciales. Lo demás es una broma, por ciento, muy pesada.