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martes, 16 de febrero de 2016

De ofensas y escraches

Pues, miren que no, que el nuevo prelado de Barcelona no ha dicho ni tan siquiera que esa boca es suya. Mutis por el foro. Tras el "escandalazo" de anoche en la entrega de los premios Ciudad de Barcelona, aquí paz y después gloria, que si hay Dios ya se encargará Él de purgarlos en las alturas. Digo yo que eso habrá pensado el nuevo arzobispo, así que para qué complicase la vida terrenal. Y la alcaldesa, la podemkita laColau, tan pancha y tan contenta, que se enteren estos cristianos de lo que se les avecina, que con la libertad de expresión lo tienen todo resuelto, los podemkitas.
Nunca en su vida -que podríamos definirla, pero no- pensó esta poeta -cualquiera se puede considerar eso, pero no- que con su intervención anoche en el ayuntamiento de la Ciudad Condal declamando su poema -a cualquier cosa llaman poema, pero no- iba a hacerse famosa, más allá de las fronteras de la futura República. Pero, va y se lo cree; su ego engorda. Por insultar a "Nuestra Madre" y ofender a los católicos, con la aquiescencia de la podemkita alcaldesa y los concejales -excepto el pepero, que abandonó el lugar-, se cree más grande. Pero, no; los mosquitos tienen más cerebro.
Parece como que fuera una moda eso de lo de los curas o bien por omisión, como el de Barcelona, o bien porque les gusta que les rompan la cara, no una sino dos veces, y si hace falta más, pues más. Porque, fíjense, curioso, a falta de dos días para que la podemkita niña de papá, criada con nurse, se siente en el banquillo por asaltar -con parte del torso desnudo, en sujetador, vamos- la capilla de la Complutense al grito de arderéis como en el treinta y seis -era en el treinta y uno; se equivocó la paloma-, va y sale el arzobispo de Madrid, un tal Carlos Osoro, y poco menos que absuelve a la concejala podemkita por este hecho.
Comprende el arzobispo que cuando eso sucedió, el acontecido, Rita Maestre era poco más que una púber, inconsciente e inquieta. ¡Estaría con el sarpullido, no te digo! Y que a esa edad -ya mayor de edad- hay que comprender a la juventud y perdonar. ¡Amén Jesús! Porque progresar, sí que progresó, la niña, pero para el lado contrario. Este cura es que es un "cachopan". Se lleva muy bien con los podemkitas, nunca ha tenido un problema. Hasta lo llamó la concejala Mayer, la que ordenó destruir la placa conmemorativa de los cinco carmelitas asesinados por la República. Pues, nada, el cura entiende que fue una confusión. Así también nos llevamos todos estupendamente con los podemkitas. No passsa nada.
El cura nos recuerda al caso de otro concejal podemkita, y del mismo ayuntamiento, Guillermo Zapata lo llaman -y que también se sentará en el banquillo, a descansar-, conocido por sus artes malabares de hacer entrar a cinco millones de judíos en el cenicero de un "Seiscientos" y mofarse de Irene Villa. Igualico, Irene Villa lo perdonó. Pero, lo que no saben ni el uno ni la otra, ni el cura ni la víctima de ETA, es que cuando se da el uno o el otro caso no sólo se les ofende a ellos. Ellos pueden perdonar, pero es la sociedad la ofendida. Por mucho que el uno o el otro quieran hacer ver lo contrario. Será la Justicia la que decida.
Ahora  les comienzan a caer los escupitajos que echaron hacia arriba. Que acojonadico estaba esta mañana el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, José Javier Barbero. Los propios policías municipales madrileños de paisano -unos cuantos- lo corrieron por calles céntricas de la capital. Tuvo que refugiarse en un restaurante con sus guardaespaldas, hasta que llegó su coche oficial, con el que huyó como alma que lleva el diablo. Lo llamaron de todo, hasta fascista -a él un podemkita-, y hay quien asegura que hasta un caponcico sí se llevó. Todo porque laseñáManuela ha disuelto una unidad policial, la que parece la más prestigiosa. Eso no se hace, lo del escarche, pero hoy ha experimentado -y sentido en sus propias carnes- el concejal, lo que es eso, a lo que tan acostumbrados están ellos a hacer y a vanagloriarse por ello.


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