Entre
tanto circo político y etarras en la calle –hoy, por si alguno estaba despistado,
ha salido de prisión “elGordo” y hace unos días Urrusolo Sistiaga, que ha
cumplido diecinueve años de cárcel de los más de quinientos que le
correspondían-, no están mal las pinceladas de humor, del negro más negro, que
nos llegan desde la región catalana, de Cataluña. Porque, aunque no lo parezca,
hasta en ocasiones no les preocupa sólo de la pela, a los catalanes, me refiero.
Otro
iluminado integrante del Instituto de la Nueva Historia, con sede en Cataluña,
ha deducido que Rodrigo Díaz de Vivar, alias el Cid Campeador, era de esa
región española. Para el historiador Luis María Mandado –y bien mandadico-, el
terror de los moros no era una persona, sino un linaje catalán que pasaba de
padres a hijos. Es decir, algo que era
pero que no estaba. La tesis no se plantea así como así, que para llegar a esta
conclusión de que el Cid de Valencia era catalán se ha pasado más de diez años estudiando,
al menos eso dice él. Algo similar a como hizo cuando concluyó –ya en tiempo
pasado- que Miguel de Cervantes Saavedra, autor de El Quijote, también era
catalán y se llamaba Servent, que alumbró a “El Quixot”.
No
es de extrañar que el Instituto público de esa historia se apellide de la Nueva
Historia. Sus integrantes están reescribiendo la historia, porque España –aparte
de que “nos roba”, que diría Pujjjol padre- quiere borrar del mapa la realidad
de Cataluña. No sabíamos, hasta que ellos no han sacado de la ignorancia, que Santa
Teresa de Jesús de Ávila era de Barcelona, y Leonardo da Vinci, de Vich, o
que como que Hernán Cortés, Erasmo de Rotterdam y Cristóbal Colón eran también
catalanes. Lo que no saben estos estudiosos es que el Pisuerga no pasa ya por
Valladolid y que el Duero es el rio que riega la ciudad de Huesca. ¡Hombre, a
ver si se enteran, que nosotros también estudiamos!
En
fin, que no sé yo si eso va a colar, lo uno y lo otro. Lo que sí es cierto es
que, por mucho que hagan o digan en esos estudios, sufragados con dinero
público, no van a cambiar nada de la historia pasada, pero ayudan a remover la
caca independentista. Y mientras lo uno y lo otro acontecen, el zorrete de
Junquera, el de la izquierda de los republicanos, le ha pedido al ministro de
Hacienda que le entregue, a cuenta de no sé qué, unos setecientos millones de euricos,
más que nada para tener un remanente con el que poder pagar a los funcionarios
en el mes de junio. Es que ya se han gastado los ahorros de todos los españoles en
montar embajadas y mandar legaciones diplomáticas por doquier, aunque nadie las
recibe.
Y,
a la chita callando, como ya es habitual en el delincuente elPájaroEspanta -el hijo del pastelero-, ni
puñetero caso al Tribunal Constitucional, que ya le ha dicho que deje hablar en
español a los funcionarios y que no haga el tonto con las leyes –de Seguridad
Social, Hacienda y Transición- que quieren aprobar para iniciar el proceso
separatista. Pues, nada, los de Juntos por el Sí y los guarrillos de las CUP, a
lo suyo, pese a los informes negativos de los propios servicios jurídicos del propio
Parlamento catalán. Lo terrible, más terrible, es que nadie los para; están
todos muy entretenidos con sus guerras y se reúnen en el Congreso de los Diputados.
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