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lunes, 21 de marzo de 2016

Lunes Santo, matar al cura

La cruzada de la alcaldesa de Hospitalet de Llobregat contra el cura Custodio Ballester es más obsesiva que la del alcalde Pepón contra Don Camilo. Como sea, de verdad, oigan, incluso buscando la influencia de los más altos de la curia. Pretende impedir una manifestación en favor de la libertad religiosa que el humilde cura -que, no lleva teja, que es un cura de los de cleriman- promueve en uno de los barrios más poblados de la localidad, San Feliú. 
A Nuria Marín le sucede con las procesiones, que quiere acabar con ellas, lo mismo que a su líder de partido, elPedroQué, que se ha propuesto llegar a ser el huésped de La Moncloa, pese a quien pese y tenga que pasar por donde sea menester. También tiene la obsesión y aversión compartidas con la alcaldesa de Barcelona, la podem(K)ita Ada Colau, contra los curas, el ejército, los militares, y, en esta ocasión concreta, fijación por los caballeros legionarios.
Así que, ya ven, no son sólo los podem(k)itas los que pretenden tomar por asalto la nuestra Semana Santa. Van encontrando socios en algunos de laPesoé. No se crean que lo digo con la intención eufemística de que los pesoístas y podem(K)itas van a llegar a un acuerdo para la investidura de elPedroQué, no. Pero, todo podría sucederse, porque, a lo visto, el que ya lo da por hecho -y resignado está, y burlado- es el propio de los Cíus, elAlberto, el que era su socio.
O sea, que Don Camilo Custodio Ballester quiere que sus fieles acudan el jueves a la manifestación reivindicativa por la libertad religiosa -que incluye la libertad de expresión- y que nadie impida que los veteranos de la Legión puedan participar en las procesiones de Semana Santa, y, menos aún, acompañando al Cristo de la Buena Muerte. ¡A Don Camilo Custodio, la Legión! Hombre, así de clarito lo dice el cura en el cartel de la convocatoria: "Por la libertad religiosa, con el Cristo de la Buena Muerte. Libres para mostrar nuestra fe". Libertad religiosa, libertad de expresión, que tanto le gusta decir a los podem(K)itas.
Es el segundo año que la alcaldesa socialista de Hospitalet, LaNuria , busca la influencia de los jefes del cura, para que le impidan que los legionarios desfilen con el Santo Cristo, porque lo culpa, además, de ser el culpable de que todavía desfile por las calles del municipio ese Cristo, que qué Cruz para la alcaldesa. Que es que eso ya no es de este siglo -igual que el Hijo de Dios no es de este mundo- y el nuevo obispo de Barcelona, monseñor Omella, que no es catalán, ha de evitarlo como sea. Para presionar más a la jerarquía eclesiástica, la socialista ha argumentado que el cura en cuestión hizo la mili -lo que se conocía antes como el Servicio Militar- y que, por tanto, Don Camilo Custodio actúa así porque, en el fondo, es un exmilitar, como los jubilados Caballeros Legionarios, por lo que mezcla la religión con las armas. En definitiva, que la Iglesia catalana tiene un bandido entre sus filas. ¡Un Curro Jiménez! ¡Al paredón!
Esta misma petición de exilio del cura de San Feliú ya se la hizo la alcaldesa de laPesoé al anterior obispo de Barcelona, monseñor Sistachs -que ese sí que era catalán, muy partidario de los nacionalistas y nada amigo de los militares-, que le dio la callada por respuesta a laNuria, es decir que la envió a freír espárragos, que es a donde se manda a los tontos. Todavía no conocemos cuál será la respuesta del nuevo obispo -llegado hace unos meses a Barcelona-, pero la respuesta de monseñor Omella no tiene que diferir en mucho de la de su predecesor, aunque no estaría de más una breve respuesta, por saber dónde se sitúa, que todavía no está muy claro.

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