Muy juntitos los dos

Pues. hombre, hasta podrían haber quedado mucho mejor junto al "Oso y el madroño" de la Puerta del Sol y, de ahí, al Congreso de los Diputados un plisplas. Porque, menuda escenificación teatrera y, hasta me atrevo a decir, chulesca macarrilla, la de los dos divos -el de la izquierda y el de la extrema izquierda-, el paseíto que se dieron desde Cedaceros hasta la puerta de la Cámara baja. Toda una puesta en escena tramada por los podem(K)itas, como no podía ser de otra manera, a la que se brindó laPesoé, que en esto ni rasca, pero que no le disgusta a elPedroQué.

Estaba elPedroQué más contento que unas pascuas -no en vano en ella nos encontramos, en la Pascua- con el libro que le regaló elBarredor, con dedicación incluida: "Para empezar por lo que nos une". Era el reencuentro de dos enamorados enfadados: una cita, un lugar, en una esquina, y un regalo y volver a empezar, pero, faltó el obsequio del otro, que, no tuvo reflejos. Lo pudo haber suplido con un cálido beso. Pero, no era de noche.

Todavía le quedan unos días para el sí definitivo. No obstante, aunque todo parece que está muy cerca de ser un hecho, cada uno anda con lo suyo: si yo me voy, le dice elBarredor Pablo Manuel Iglesias, que se vayan también los de elAlberto, es más, que colaboren, pero desde fuera, y el otro que no, que no, que tenemos que ir los tres juntitos por la Carrera de San Jerónimo y, a ser posible, agarraditos de la mano y con las cámaras de testigo. O sea que, como Pitágoraines, a las matemáticas se remiten: los del 69 y los del 89 juntos, más allegados, hasta el 161 sería la opción de elbarredor, mientras que elPedroQué quiere que el predominante sea el 191-capicúa-, que incluye a los de elAlberto.

Y en esas estamos, momento que aprovecha elBarredor para zaherir, aún más, a su lugar teniente, elSietemesino, Errejón. Si ya se quedó elErrejón sin su mano derecha -Sergio, elCrucificado-, ahora el jefe le ha quitado el poder de decidir, porque será el propio elBarredor el que asuma la responsabilidad directa de la negociación.

Pero, hasta llegado el momento, si es que llega, los de laPesoé, siguen cediendo, porque es tanta la ambición que tiene elPedroQué por llegar a La Moncloa -que se ahorra el alquiler de piso y los gastos de la comunidad y los traslados le salen gratis-, que si hay que ceder se cede.

Atrás quedan los insultos de elBarredor en el Parlamento contra laPesoé de "la cal viva", que igualmente soporta las barbaridades de los podem(K)itas en lugares como el ayuntamiento de Madrid, donde -precisamente hoy- los pesoístas "fieles" y "abnegados" socios de los de elBarredor han votando en contra -y eso que habían dicho que votarían sí- de la reprobación de la concejala follonera Meyer, la de los titiriteros etarras y la de la aplicación partidista de la "memoria histórica". Igualmente, laPesoé ha olvidado la zurra que le metió a uno de sus militantes de Jaén el podem(K)ita Andrés Bódalo, para el que elBarredor pide el indulto. Y esperemos a ver cómo se afronta lo del "derecho a decidir". Todo eso queda olvidado, que La Moncloa es La Moncloa, y qué no daría elPedroQué por vivir en La Moncloa. Después le quedaría el consuelo de un buen sueldo vitalicio y todas las prebendas que se arriman a los expresidentes, como por ejemplo a elCetapé.