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sábado, 5 de marzo de 2016

Otegui tiene conciencia y piel de cordero

Eso dice que el etarra Oteji, que tiene conciencia y que gracias a ello se ha dado cuenta de que la banda terrorista, mafiosa y asesina ETA tenía que haber finalizado antes "su labor". Pero, en realidad, no es que tenga conciencia, sino que es probable que lo que él considera que es la conciencia se le despertara -su "pepito grillo" particular-, cuando alguien le comunicó por teléfono en la prisión que su madre había fallecido, y también su suegra. Hasta entonces, parece ser, la muerte no iba con él. A partir de ahí, dijo darse cuenta, treinta años después, de que ETA mataba y que producía muerte, terror y dolor. Pero jamás ha pedido perdón.
Y nosotros vamos y nos creemos que de la cárcel ha salido un preso arrepentido. Y eso no se lo cree ni él en sus peores pesadillas. De la cárcel ha salido un etarra -un preso político, que diría elBarredor, el podem(ki)ta Pablo Iglesias, o un hombre de paz, como lo calificó elCetapé-, que jamás pidió perdón a las víctimas, ni mostró arrepentimiento y que jamás ha colaborado con la Justicia para identificar a los autores de otros trescientos crímenes-asesinatos de ETA, que van a quedar impunes.
El secretario general de Sortu-Bildu, Oteji, presume de que no guarda rencor por los años pasados en prisión. ¡Faltaría más que ahora fuera él el que perdona! Es un lobo con piel de cordero, que dice que los años en que ha estado privado de libertad le han servido para reflexionar -muy larga reflexión, demasiado extensa- para "empatizar más con las víctimas de la violencia generada por ETA". Pero, a renglón seguido carga contra todos los demás, porque dice que ETA está a favor del desarme, pero que el Estado español "no está dispuesto a implicarse en ello", con lo que su desfachatez supera ya lo inaudito. Con lo sencillo que es que los terroristas entreguen sus armas, pidan perdón, denuncien a los asesinos de trescientas personas, indemnicen a las víctimas -familiares de los asesinados- y, después, cumplan su pena en prisión. Ya ven qué simple. No sé si conciencia o no. Sencillamente, que se haga Justicia, y que se deje en paz de chorradas y sandeces. Sólo convence y engaña a los suyos.
Si no, que le pregunten por este exrecluso -repito, preso político para Pablo Iglesias- a Javier Rupérez, secuestrado por ETA, por Oteji, en el setenta y nueve, y que recientemente ha publicado un libro, titulado "La mirada sin ira". Para Rupérez, Oteji "es un monstruo, un terrorista que me secuestró y jamás pidió perdón a sus víctimas". En sus declaraciones a "Periodistadigital.com", Rupérez abunda en su conocimiento sobre el terrorista, de quien está convencido de que "no tiene biografía, tiene historial delictivo y quienes le visitan en la cárcel -se refiere a los guarrillos de las CUP, que se trasladaron a Logroño para visitarlo poco antes de salir de la prisión de esa ciudad donde cumplía la pena- me causan repugnancia". Motivos y conocimientos sobre el personaje tiene Rupérez para poder hablar.
Así que, nos ha tocado bailar con la más fea, y, pese a todo, seguro que a elBarredor no le importaría plantarle un beso en los labios, como hizo con el catalán, con el que persigue romper España. Y es que este terrorista, Oteji, también está en esa línea, en esa historia, quiere romper España desde el País Vasco. Ya lo ha dicho bien claro, ha repuesto fuerzas y quiere ir a por todas. Pese a que está inhabilitado hasta el año 2021, concurrirá a las elecciones regionales de las provincias del norte, aunque, escondido en esa piel de cordero, todavía no quiera corroborar que se presentará como candidato de Sortu-Bildu, desafiando, una vez más -es su sino- a la ley, al Estado de derecho. Y lo más grave de todo es que haya gente que lo vote y que lo aclame y lo homenajee y nadie que evite que se presente, que le aplique la Ley.

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