Sábado Santo, tres alcaldesas tres

Menudo cómo estará hoy laseñáManuela cuando se haya enterado de lo del Cristo de Medinaceli. "El Señor de Madrid", como también se le conoce a este Nuestro Padre Jesús Nazareno, fue aclamado y vitoreado por cientos de madrileños durante todo su recorrido por las calles de la capital, incluso más de uno se arrancó por las saetas. No le hizo falta al Cristo la escolta de los "maceros" municipales, a los que la alcaldesa podem(K)ita les prohibió asistir, pero no sólo a esta sino a todas las procesiones dela Semana Santa madrileña.

Hoy a la alcaldesa se le atraganta la paella, porque pensó con malicia, de toda maldad, que las procesiones eran de otro tiempo, porque representan a otro tiempo, pero que se actualiza cada año. Da igual, ella no lo puede entender; es de otro tiempo y su historia es otra bien distinta. De todas formas, no debe preocuparse porque para ella también será el Reino de los Cielos, para ella y la su Rita portavoza, porque Dios es bueno y su representante en la diócesis de Madrid más todavía; el arzobispo, las perdona a ambas: a la mayor, de más considerable edad, por su felonía macera -y lo que venga- y a la otra, la del torso desnudo -musa de Luis María Ansón- por asaltar la capilla de la Complutense y pitorrearse de los católicos.

Para más cabreo de la alcaldesa de Madrid, el cristico de Medinaceli ha salido vestido de blanco y no con su habitual túnica morada. Piensa la alcaldesa que es una venganza de la Cofradía por haberle quitado el morado para que no hubiera connotaciones con el color de los podem(K)itas. Es tan tan la alcaldesa que no sabe que las cofradías y los nazarenos mismos existen desde mucho antes de que ella naciera, aunque ella tenga también muchos años. Pero, no. El hecho de ir con túnica blanca es porque la Cofradía lo ha querido así por ser 2016 el de la celebración del Año de la Misericordia. Por si le sirve la explicación de algo a la alcaldesa; si no, que diga qué es lo que no entiende y le hacemos un croquis, como se dice ahora.

La otra que se lleva hoy un cabreo descomunal es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Coincidencia, las dos son "miembras" del "Club de las batas guateadas" y zapatillas de pompón. Gracioso: las dos alcaldesas podem(K)itas, las dos cabreadas y las dos del mismo club. ¡Que el Cristo de Medinaceli las ampare y que el arzobispo de Madrid las perdone!

Eso, que laColau -la maleducada, como la adjetivó el ministro de las Defensas, Morenés- sigue vomitando bilis contra el Ejército de todas las Españas. Está que bufa, porque el Ejército se le ha plantado a la puerta, anda maniobrando por el Parque Natural de Collserola. Ha presentado laColau una moción en el ayuntamiento para que se las piren. Sólo han votado en su contra los peperos y los Cíus. Los de laPesoé tampoco quieren al Ejército. Pese a todo, los militares no llevan ni tan siquiera armas de fogueo, que son unas maniobras con las que quieren que los chicos estén en buena forma física. Las fobias de esta señora maleducada se convierten en ira. ¡Como ha llegado a alcaldesa!

La otra, la tercera alcaldesa de la semana, sí que vomita, pero de rabia incontenida. Se ha topada de una sola vez con el "ejército" y con la Iglesia. El cura de San Feliú, el padre coraje, a la chita callando, sin ni tan siquiera hablar para hacerse oír, se le ha subido a la chepa a la socialista alcaldesa de Hospitalet. El Jueves Santo desfiló el Cristo de la Buena Muerte, escoltado por los Antiguos Caballeros Legionarios. Armas y religión juntas, que decía la alcaldesa, pero no sabemos si se refería a los Cruzados, si es que tiene conocimiento de que existieron.