Viernes Santo, padre coraje

Y aconteció que los Antiguos Caballeros Legionarios desfilaron por las calles de Hospitalet. Lo hicieron en una procesión manifestación -o en una manifestación procesión- que se desarrolló por las calles del barrio de San Feliú. Pese a la oposición de la alcaldesa socialista, que ha removida Roma con Santiago para evitarlo, los legionarios y los feligreses han reivindicado el derecho a la libertad religiosa. Pese a la crónica del panfleto de los independentistas "La Vanguardia" -antes Española- del conde de Godó, fueron cientos los fieles y espectadores que se dieron cita en el lugar.

Mala noche habrá pasado la alcaldesa Nuria Marín después de todo lo que ha hecho para que la procesión no se celebrara y el Cristo de la Buena Muerte de los legionarios sufriera otra pasión por no poder desfilar. Pero, no. Ni las reiteradas llamadas telefónicas de atención de laNuria que hizo al nuevo obispo de Barcelona, monseñor Juan José Omella, para que se cepillara al cura promotor, ni el hecho de que la Corporación declarara persona non grata al cura Custodio Ballester, ha logrado que el Cristo desfilara y con él los legionarios y cientos de fieles.

El párroco, una vez más se salió con la suya. El "padre coraje", como lo apodan los legionarios, viene soportando desde antes de la celebración de la Semana Santa un verdadero calvario personal, auspiciado desde el propio ayuntamiento y protagonizado por la propia alcaldesa de laPesosé. Está logrando la alcaldesa, por méritos propios, que una procesión que sólo era para unos pocos conocida se convierta en todo un espectáculo que se barrunta para el año que viene vaya a más. Porque los legionarios y el cura ya preparan la nueva cita donde desfilar con el Cristo de la Buena Muerte a ritmo del himno de "El novio de la muerte", luciendo las banderas de España y la senyera, que lo es la de la región española de Cataluña.

Contrasta, desde luego, esta celebración de San Feliú con la de la procesión del Cristo de la Muerte en Málaga, el mismo día. Comenzando por las autoridades, apoyadas por el pueblo, miles de malagueños, los Caballeros Legionarios -los de activo- son recibidos en el puerto de la ciudad. De allí, al centro de la localidad, los legionarios se trasladan a la velocidad de la carrera -ciento ochenta pasos al minuto- para entronar al su Cristo con el que desfilan por la tarde. Hasta al ministro de las Justicias se pudo ver ayer en el lugar y, cómo no, al actor Antonio Banderas. Todo eso se traduce, además de la fe, en miles y miles de euros de ganancia para la ciudad, hasta podemos decir que de millones, muchos. Además de lo que se recauda en Semana Santa, este acontecimiento conocido en el mundo entero es una llamada para el turismo durante el resto del año. Y, fíjense, en Málaga sí que juntan armas y religión, que es lo que la alcaldesa de Hospitalet recrimina ante el obispo al cura, "padre coraje", de San Feliú.

Claro, que no es la única patochada contra la Semana Santa la de la alcaldesa de Hospitalet, ya hemos visto los ataques contra la religión católica del alcalde de Cádiz, elKichi, o los de laseñáManuela, alcaldesa de Madrid; ambos dos, podem(K)itas. Pero hay más, muchos más. Por citar algún otro, el del alcalde podem(K)ita de El Ferrol, que ha rebajado a la mitad la subvención que el Ayuntamiento ferrolano aportaba a las Hermandades de Cofradías, se la ha dejado en poco más de treinta mil euros. El presidente de las Cofradías ha señalado que la Semana Santa de El Ferrol -que cumple su 400 aniversario- revierte a la ciudad unas ganancias de treinta millones de euros. Pues, ala, ahí están los podem(K)itas a ver como se los cargan.