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sábado, 30 de abril de 2016

Caca, pis, culo

No me puedo creer que todavía el fiscal no haya pedido prisión o, al menos, haya solicitado al juez que declaren en el juzgado los perroflautas que hace unos días se pitorreaban de las víctimas de ETA. Estos que se autodenominan actores, un tal Alberto San Juan -que de santo tiene poco- y una "tala" Gloria Muñoz -que probablemente nunca alcance la gloria- reinterpretaron la obra de los titiriteros. Como vemos con asiduidad, ambos dos son perseguidos por las cámaras de las teuves más importantes del mundo y acosados de continuo por sus miles de fans. No se llaman, como vemos, Manuel, pero en España los conocen sus amigos y algunos familiares.
Vienen ahora los de la Unión de Actores y Actrices -defensores de los perroflautas- a decirnos quién es actor y quién no y qué es la libertad de expresión. Estos, de hombres podres no tienen nada, aunque sí un todo de pobres hombres, que, además -ya ven si no es para compadecerlos- se creen intelectuales, calificativo que alguna vez han escuchado en eso de "Sálvame" de labios de la Princesa del Pueblo. Por cierto, puede que mejor "actuanta" que ellos y, probablemente, mejor remunerada y que sale más veces que ellos en la tele, por descontado.
La ignorancia, cierto, lleva a cometer las mayores de la osadías. Los de la Unión de Actores, que se juntan todos -no sé cuántos- aglutinan en su entorno un montón de osadías, muchas. Pero, la más grave es el menosprecio y mofa que hacen de los asesinados -y sus familiares- por la banda mafiosa etarra, la de elGordo, aclamado por elBarredor. Ya nos vamos entendiendo; ya se van cerrando los círculos.
Para los unionistas "actoriles" lo que hacen sus camaradas -acabáramos- no es otra cosa que la expresión de la libertad. Eso de "Gora Alka ETA" es libertad de expresión. Eso de que aúpa los terrorista de Alkaheda, los yihadisyas, los talibanes y los etarras es libertad de expresión. ¡"Amos", anda! Una representación de ese tipo en Alemania, referida a los nazis, llevaría a los incursos de patitas a la cárcel, acompañados de "su" libertad de expresión, sí, pero en la sombra.
Lo que estos elementos representaron es, ni más ni menos, además de una apología, un ensalzamiento del terrorismo, una instigación al odio y a la violencia. Los que los defienden, apoyan también todo eso. Si entre estos actuantes -quiero decir los unionistas perroflautas- hubiera varios a los que los terroristas hubieran arrancado la vida de familiares o amigos, veríamos si eso de la libertad de expresión era otra cosa o no. De todas formas, es difícil hacerle entender a los mamelucos "telectuales" lo que son las ovejas y más que distingan entre churras y merinas.
Cómo van a distinguir casi nada estos perroflautas, aparte de la violencia, el odio y la venganza -que ignoramos a cuenta de qué vienen- si ni tan siquiera se han dado cuenta de que la miserable obra representada -por calificarla de algo- es un bodrio insoportable, sin la más mínima imaginación y creatividad intelectual. Es una caca, pis, culo. Que con su pan se la coman y el fiscal y el juez se la bendigan. Oigan, por decir algo, que si no luego todo se sabe.

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