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martes, 26 de abril de 2016

Otegui culminó su humillación a las víctimas de ETA

Ahora sólo hace falta que un exrecluso terrorista talibán y otro yihadista sean invitados por el partido de elBarredor y el de Garzón al Parlamento Europeo para dictar una conferencia. Dirán que sienten el dolor causado por sus asesinatos y que piden perdón por ello, pero jamás expresarán arrepentimiento; es más, considerarán presos políticos a los terroristas encarcelados y exigirán su libertad y el regreso a su tierra, aunque sigan en posesión de las armas, de las que dirán que no volverán a utilizar, advirtiendo de que pueden rearmarse en un plis plas.
Esto es lo que más o menos viene haciendo el etarra Arnaldo Otegui, elGordo, terrorista de la banda mafiosa etarra, desde que a primeros de mes salió de prisión después de penar seis años por pertenencia a banda armada. Si hace unos días expresaba su pesar por las muertes causadas -dolor que comprendió gracias al fallecimiento de su madre, cuando él estaba en presidio-, hoy, y en sede del Parlamento Europeo ha tenido la desfachatez de calificar como "refugiados" a los etarras que han huido de España y ha exigido la libertad de todos los presos etarras encarcelados en esta España mía, en esta España nuestra. Ha sido tan que así de contundente: "todos los presos políticos vascos deben salir de prisión y los refugiados deben volver". También considera inadmisible que los familiares de los asesinos encarcelados en penales fuera del País Vasco se jueguen la vida en sus desplazamientos para poder visitarlos. Se olvidó -¡vaya cabeza!- de los familiares de los asesinados, que se la juegan igual para ir a ver las sepulturas de los suyos. ¡La diferencia es de muerte! Claro, los demás estamos anclados en el pasado; ellos, los etarras, son los progres.
Es que, como si "fueriese" el Rey del Mambo, ha anunciado a Europa que está aquí, que ha llegado ya, para hacer "una nueva política". Como si aquí no hubiera ocurrido nada, que, como él, hay que mirar para el futuro; pero, se olvidó también -¡vaya cabeza!- decir que sin mirar atrás, porque entonces veríamos mil muertos. O sea, que aquí paz y después Gloria; porque, a lo hecho, pecho y que saquen a los suyos de las cárceles, que es lo que a él realmente le importa; a los muertos, que se los coman los gusanos y a sus deudos que les den dos duros.
Esa es la "nueva política" del etarra, a quien ensalzan, vitorean e invitan al Parlamento Europeo los eurodiputados españoles de elBarredor, Pablo Manuel Iglesias, y de elCaballodeIu, el impresentable Garzón. Los eurodiputados de laPesoé, de elPedroQué, no quisieron firmar una carta dirigida al presidente europeo para que este acto no se celebrara en la sede de las instituciones democráticas, en Bruselas, que también ha sufrido, y muy recientemente, los embates del terrorismo. Sólo los eurodipuados del pepé, los de los Cíus y de Upeide plasmaron su firma en la misiva, inspirada por las eurodiputadas Maite Pagazaurtundúa y Teresa Jiménez-Becerril. De los de laPesoé, como decíamos ayer, sí se les esperaba, pero no respondieron.
Pero, tanta o más decepción han causado las autoridades comunitarias, ante la pasividad del evento. Estuviera invitado por quien fuera, a elGordo tendría que habérsele negado llegar hasta donde ha llegado: a humillar a las víctimas del terrorismo etarra en pleno corazón de Europa. Nosotros seguiremos siendo por encima de todo -igualmente lo decíamos ayer- Charlie Heddo, Bruselas, París, Londres, Madrid, Nueva York. Pero, vaya nuestro desprecio para todos aquellos que han permitido semejante y tamaña afrenta.

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