"Pitada" al Himno de España

La Audiencia Nacional, a través de la su Sección Tercera, acaba de ordenar reabrir el asunto de la "pitada" al Himno Nacional. Hay caso. A ver si a la tercera va la vencida, la definitiva. Con el auto de la Audiencia se revoca el archivo que alegremente, y sin ningún tipo de rubor, le dio al asunto el juez Fernando Andréu. ¡Me cachis, otro "garzonito", al que le sacan los colores! Y no dudan los de la Sección Tercera en considerar que ha podido existir en el acto de la pitada un hecho con relevancia penal, del que puede dilucidarse que hay culpables.

Claro es que el juez Andréu -que no sé si es un apellido catalán o no, que es que me da igual- archivó la causa, basándose en que en 2009 su correligionario, el juez Pedraz -¡me suena!- no había visto indicios de delito en esa primera pitada. Digo yo que algo de presbicia debe padecer su señoría, elPedraz, porque se le escapan gazapos tan grandes como un mastín y no los ve: cosas de la edad. Bueno, pasó y pasó; mal, pero pasó. Pero, es que ahora, en la segunda pitada, la diferencia con la anterior estriba en que esta fue planificada.

Así que los de la Sección Tercera entienden que deben practicarse las diligencias de investigación pertinentes, sobre el hecho -la pitada- y las personas que prepararon e hicieron posible que esta se llevara a efecto, o sea los responsables. No será muy difícil dar con ellos, porque haberlos haylos, con nombres, apellidos y direcciones. De todas formas, para el menda, el que fuera o no un acto planificado no tiene la mayor importancia. Lo grave es que se hizo en ambas ocasiones, y en las dos hubo "vejación a los símbolos de la nación española, como es su himno, y al Jefe del Estado",  y en ambas ocasiones quedó patente "el deseo de menospreciar a España, tanto nacional como internacionalmente, lo que la Audiencia califica de algo más que "una situación desagradable".

Bueno, pues es de lógica y de razón -ya lo decíamos entonces- que haya reapertura del caso contra los culpables que repartieron los silbatos entre los aficionados a la entrada del estadio, y, si a mal no viene, contra el juez Andréu, y, si me apuran -que no hace falta mucho insistir- también contra el juez Pedraz.

Hombre, alguien puede pensar que con lo que está cayendo -el Duero desbordado en muchos puntos- esta cuestión es baladí, no tiene importancia, que ya ha pasado algún tiempo y agua que no has de beber déjala correr. Pues, no, miren, no. Porque si esto se hubiera atajado desde el primer momento, aunque no hubiera estado planificado -como cuando cerró en falso el juez Pedraz- o habiendo premeditación y alevosía, muchas cosas y casos no habrían acontecido en este país.

Y si me pinchan, les digo, por ejemplo, el delito del diputado de Bildu en el Congreso de los Diputados cuando hizo añicos un ejemplar de la Constitución o el caso de la presentadora de TV3 -la teuve pública catalana- que primero troceó un ejemplar de la Constitución y después quemó los añicos. Y más aún, la celebración del 14 de abril, donde laPescadera catalana celebró fastos en la ciudad durante una semana -ahora dice que de festejar el Día de la Constitución "nádená"- o la colocación de banderas republicanas en los balcones de los ayuntamientos, como en el de Cádiz, con chulería y provocación de elKichi, el que tiene una carrera, más larga que la de un galgo.

En fin, que un garbanzo no hace el cocido, pero ayuda a su compañero. Ya me entienden. Pues, eso.