Desvergüenza política

Ni los entiendo ni lo compro. Hace tan sólo unos días, el etarra Otegui se paseaba por la más importante institución catalana -de todos los españoles, aunque alguno no se lo crea-, el Parlamento de allí, y hace un rato, como quien dice, el ministro de los Interiores, Jorge Fernández Díaz, se arrejunta con el delincuente golpista Puiyidemón para recordar a las víctima del atentado de ETA en Vic. Hace ahora veinticinco años, en esa masacre murieron asesinadas diez personas, cinco de ellas niños, los considerados por los estudios del PNV, daños colaterales, los niños.

A eso se le llama, por parte del secesionista, tener más cara que un saco perras. Nada reprobó de la visita de elGordo etarra al Parlamento catalán; es más, lo veía normal, porque ya purgó su pena, sí la de querer reunificar y reavivar a la banda mafiosa y terrorista etarra, pero no ha pagado por su labor -que, al parecer, hizo muy bien- de verdugo de los asesinados. Lo ve normal elpájaroEspanta, como también veían muy bien los republicanos, cuando el tal Rovira se reunió en el sur de Francia con la cúpula de ETA, con quienes acordó que no atentarían en la región catalana. Que nos mataran a los demás estaba bien.

De vergüenza tendría que caérsele la cara al ministro de los Interiores, no por celebrar el acto recordatorio, sino por asistir a un acto de este tipo con elPuiyidemón al lado. Primero, porque es un delincuente por secesionista y golpista y, después, porque nunca reprobó, insisto, la visita triunfal del terrorista etarra Otegui al Parlamento de Cataluña. Quizá algún día el ministro nos cuente a todos los españoles a qué fue, recién estrenado el cargo, al domicilio de elCetapé, de qué habló con él y si ETA fue el centro de la conversación. ¡Si las piedras hablaran! Y tuvo el ministro la poca delicadeza, ante las asociaciones de víctimas de terrorismo, de decir que ese acto del domingo se celebraba desde "la unidad política sin fisuras ante el terror". Seguro que por dentro elPuiyidemón, imitaba a su antecesor, también delincuente, cuando junto al Rey -antes Príncipe de Asturias y exchófer de Arturo Mas- escuchaba la "pitada" al himno de España en la final de la su Copa, la de Su Majestad. Pues eso.

Tuvo la desvergüenza elPuidiyemón de decirles a los familiares de los asesinados por ETA que a "vuestros seres queridos nunca los lloraréis solos". Desde luego que no, porque se acompañan los unos a los otros, si es que quieren encontrar consuelo. Porque, ya ven, hasta la presidenta del Parlamento catalán, de su mismo partido, Convergencia, recibió prácticamente con honores de Estado al verdugo etarra.

Algo grave dijo también el delincuente presidente catalán, aludiendo al terrorismo que se nos viene encima, a los yihadistas. Porque Cataluña es el epicentro del radicalismo yihadista en España, según se desprende del informe del Consejo de Seguridad Nacional: "tanto España como sus intereses en el mundo pueden ser objeto de nuevos ataques provenientes del terrorismo internacional". Y eso, gracias por todo, a los  sucesivos gobiernos de los separatistas-golpistas, que han facilitado antes la entrada a Cataluña, a España, a los extremistas islámicos que a otros individuos de otras nacionalidades de habla hispana. Obvio.