La indignidad, en el Parlamento catalán

Estos secesionistas se están pasando de castaño oscuro. Y cuando digo secesionistas no se me entienda tan sólo de los catalanes. En esta ocasión incluyo, mezclo a los catalanes con los de las provincias vascongadas, los etarras de Sortu y su líder, elGordo, Otegui, recientito salido de la cárcel, donde purgó seis años por pertenencia a banda armada, ETA. Pero, no vean, el carrerón que lleva el tipo: mítines para sus incondicionales, entrevistas en prensa y radioteuves, viajes al extranjero de visita a las instituciones europeas y, ahora, a lo que será la República catalana.

El "hombre bueno", el "hombre de paz", como lo definía el socialista elCetapé, es invitado de honor en Cataluña. Mañana mismo, para inaugurar la jornada, entrevista y esas cosas en "Cataluña Radio", la del régimen, y luego visita al Parlamento catalán. Está invitado por los guarrillos de las CUP, siendo la promotora una tal Anna Gabriel. Para situarnos, la parlamentaria catalana "cupita", con el corte de pelo a lo Cicerón, o vaya usted a saber; sí, hombre, sí, aquella que pedía que no sé qué le hiciera un pez espada. ¡Pues la misma! Así que allí será recibido el etarra Otegui, en el Parlamento, contando con el beneplácito de "Juntos por el sí", es decir el partido del delincuente presidente de Cataluña -elpájaroEspanta-, las confluencias podemitas -que no podían faltar-y, lo dicho, los guarrillos de las CUP.

Por la tarde, conferencia del etarra. Porque ahora los etarras son conferenciantes y, en un rato, pasarán a autocalificarse intelectuales. ¡Hasta habrá quien se lo crea! No podía ser de otra manera, el antro donde desarrollará su disertación elGordo será en un local propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, que, como se recordará, preside la podemita Ada Colau. Tal cual se va ofreciendo, el círculo se va cerrando, con tal de romper España. En la organización del periplo etarra, como decía el otro, podrían haber incluido una visita a Hipercor y ampliarla con un paseo por el cementerio, donde descansan -enterradas- las víctimas, los asesinados por la banda mafiosa etarra, a la que pertenece el "hombre de paz", el "hombre bueno", Otegui. "Tiempos de paz, vientos de libertad". Ese será el título de lo que va a hablar, para más coña. En la masacre de Hipercor, ETA mató a aveintiuna personas -cuatro de ellas, niños- y dejó maltrechas a más de cuarenta y seis, recordamos por eso de la paz y la libertad de todos aquellos que murieron a manos de los terroristas etarras

Por supuesto que ni los Cíus, ni la Pesoé, ni los del Pepé están de acuerdo con esta visita, prácticamente institucional. Es una aberración, una ofensa a las víctimas del terrorismo. También ha mostrado su disconformidad la Asociación Civil Catalana. Pero los más indignados, como es lo lógico, con esta felonía son los de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Cataluña, quienes ya han expresado su protesta, pero dudan de que la visita se suspenda, porque, como ellos mismos explican, las instituciones catalanas pasan de las víctimas; es más, recientemente han denunciado que reciben llamadas telefónicas en las que los califican de fachas y les instan a marcharse de Cataluña, porque "sobran".