El código de barras de elSietemesino

Hombre, tonto de tonto, como dice su viejo profesor, y como se expresaría un sayagués que se precie, “pué que lo sea” elBarredor, pero idiota idiota “pué que no. Se pensaban estos suyos que se iba a ir a Málaga para dar el cante. Esta vez dijo que “nanai”, que no se movía de casa como la vez anterior hizo viajando hasta Villaralbo (Zamora), que no fue donde el maestro perdió el mechero, pero casi. No sé, la verdad, qué se le perdió allí, en ese pueblo en concreto, pero lo cierto es que casi ha ido a esa provincia más que el presidente del Gobierno, aunque haya sido para ver a papá. Ya está en Madrid más que asentado, y desde aquí planea el asalto al cielo -con el permiso del guarda llaves -San Pedro-, que para eso es admirador del Papa y, si cabe y se tercia, amigo y camarada de Francisco, que para eso es paisano de Echenique.

Allí estaban, en la ciudad de Antonio Banderas y las de El Cristo de la Buena Muerte -el de los legionarios-, Íñigo Errejón, Irene Montero -la novia, pero de elBarredor- Pablo Echenique -el argentino que acabó de enterrar a elNazareno por orden de la voz de su amo-, Teresa Rodríguez -novia de su novio elKichi, que tiene una carrera el “telectual de él- y el inefable submarino, “caballo de Troya”, torpedo de los podemitas en el bastión de los comunistas de Izquierda Unida, Alberto Garzón.

Todos juntos, “arremolinaos” en el escenario, viendo ondear banderas republicanas al grito de “¡España mañana será republicana!”, a lo que parecían responder afirmativamente y alborozadas las banderas rojas de la hoz y el martillo, la de os comunistas. “Tos acongojaos”. Todos menos elGarzón, que, con amplia sonrisa, se consideraba el rey del mambo, algo así como el delincuente y golpista Arturo Mas, cuando al lado del Rey -quien en alguna ocasión fue su chófer-, cuando la final de la Copa del año pasado, cuando la “pitada” al Himno de España por parte del público sinvergüenza asistente. Pues, eso, sonrisita al aire del comunista, para el que quiera algo de él.

Ahí lo tienen al secretario político podemita, Errejón, elSietemesino, el de la beca negra -como las tarjetas negras- presente en Málaga para acallar a los maledicentes que lo acusan de no pisar la ciudad, la universidad, que le regalaba dos mil euros al mes, sin que dijera que esa era su boca. Bien le costó abrirla en ese primer mitin podemita, porque no daba crédito al ver esa marea de banderas republicanas y comunistas, que lo aclamaban.

Que no nos etiqueten decía elSietemesino, que nosotros somos demócratas de toda la vida y ahora -para que veamos cómo progresan los podemitas- ya son socialdemócratas, pero de recién cuño. Si mañana tienen que se demócratas y cristianos, pues también. No hay pereza para eso. No en vano su mentor, ídolo y bandera señera -otro “telectual”-, Jorge Vesrstrynge, fue secretario general y mano derecha -que, pensándolo bien, quizá fuera de la de la izquierda- de la derecha de Manuel Fraga Iribarne. ¡Menudo recorrido, porque de un lado al otro hay un trecho, como del dicho al hecho! Y ante esa marea -pero como si no existiera- pidió elErrejón que no etiquetáramos a los podemitas, como en los grandes almacenes -aunque se llamen Ikea-, porque ahora están a otra cosa mariposa y ya son muy patriotas. Tendrán que hacer, entonces, un código de barras, como los de las hamburguesas; así, podremos elegir a la carta, cada día, su identidad. Para esta gente, el mentir día sí y otro también es su mejor seña de identidad. Hablan, como dice el refrán, tanto como llueve, a cántaros.

El que no termina de encontrar tampoco la suya, la su identidad, es el líder laPesoé, elPedroQué. Tras la última encuesta del CIS anda el hombre que no pega ojo, y su enorme cuerpo no descansa bien. Se le nota, se le nota, y sabe que se la juega. Busca, a la desesperada, algún golpe de efecto que lo saque del “abujero”. Pero, ni por esas. Ha querido meterse en casa ajena, con luz y taquígrafos, y ha salido “trasquilao”. En Móstoles, de nueve inquilinos cinco lo recibieron bien, aunque uno mientras veía por la tele una entrevista a elBarredor -que está en todas partes y ya se cree lo que no es; más todavía de lo que se están ustedes pensando-, mientras que los otros cuatro ni puto caso, habían guardado las gallinas. A ver si es capaz de sacarse algo nuevo de la chistera el lunes. Pero, sin ofender, coñe, que lo cortés no quita lo valiente, y encima hay niños.