Lo
visto y lo previsible, que no hay dos sin tres. Estos separatistas intransigentes
-e impresentables, dicho sea de paso- quieren hacer del su idioma una cruzada.
Si primero fue el cantante en Balearia,
y luego la señora esa que quería salir en las redes, hoy le toca el turno -no
podía ser menos- al presidente del CAC,
que ahora lo es Salvador Alsius.
Nada más y nada menos que el todo poderoso censor del Consejo Audiovisual Catalán. ¡Ahí es “ná”! Se meaba el hombre patas
abajo y nadie era capaz de darle razón de dónde se encontraba el excusado. No
le quedó más remedio que “rebajarse” a hablar Español para que le indicaran. quien quiera que fuera, dónde podía
encontrar un váter.
Por
lo menos ha sido más original que los otros y ha escogido la estación de tren
de Siches para colocar su historieta.
Que es que se meaba de verdad y fue incapaz de encontrar él solito dónde
hacerlo. Servidor no tiene, como otros muchos, ni papa de Alemán, pero cuando viajo a ese país, y más cuando me encuentro en
un aeropuerto o estación de tren, me basta con fijarme en la cartelería para
saber en dónde se encuentra el lugar en el cual depositar civilizadamente mis
orines. Oigan, que es que ni pregunto.
Pues
ya ven, este papanatas del CAC no tiene ni idea de moverse ni en su propio “país”
y tiene que echarle la culpa a España
de su ineptitud. Le faltó tiempo para acudir a las redes sociales a contar su
aventura, su odisea de meón, el acoso al que lo sometieron todos los
viandantes, transeúntes, personal fijo y móvil de le estación ferroviaria de Siches, en Cataluña. Nadie sabía
Catalán, y él afligido de la vejiga. ¡Vaya con el censor! No es de extrañar que llegue a
donde está, con esa inteligencia natural que el Creador le ha dado. Así de listicos los quieren los de la Generalidad. Eso sí, se mete una pasta
gansa, bastante más que la que gana el propio presidente del Gobierno de España, sólo por censurar a
profesionales y medios de comunicación que no están de acuerdo con los
mandamases delincuentes de la Generalidad catalana. ¡Dentro de dos días, si
hace falta y así se lo requieren, nos amenizará con otra de las suyas, pero ya
de cagón!
Mientras
tanto, continúan en sus puestos y en sus cargos los Mossos golpistas, y armados, que piden a sus compañeros “desobediencia
debida” contra el Estado español.
¡Increíble! Si fueran guardias civiles o policías nacionales, el ministro de
los Interiores ya los habría
defenestrado. Pero, parece que a estos no, como el señor Fernández también es catalán es que como que le dará apuro;
también, los fiscales y jueces. ¡Joér, que es una cosa grave, que son
verdaderos golpistas y, ya digo, con armas!
Estos
Mossos se sienten muy avalados y protegidos por los delincuentes golpistas de
la Generalidad, que hoy andan a ver si se cambian de nombre, como los
delincuentes, para que nos los cojan. La intención es matar al partido de los Pujjjol para que todo siga igual, pero
que la gente se olvide de la corrupción profunda que alberga en su seno. Pero,
disculpen, además de golpistas y chorizos, a esta gente es que le falta un
hervor. Quieren que no se sepa más de Convergencia
Democrática de Cataluña y proponen dos nuevos nombres, a elegir, para el nuevo
partido, que sería el mismo, lo que con diferentes collares: “Catalanes Convergentes” o “Mas Cataluña”. Los militantes de “pabajo”,
los de la base se han sublevado, ha sido un verdadero motín. ¡Pero a quién se
le ocurre! Volver a utilizar lo de “convergencia”, en la primera propuesta, y
el apellido del expresidente “mas”, en la segunda. Inteligencia no les sobra,
no, a los precursores. Ni les suena lo de las connotaciones, aunque, acaso, eso
no exista en el Catalán. No sé.
Tampoco
anda muy inspirado elBarredor, Pablo Manuel Iglesias, que este fin de
semana ha reunido a sus desgastadas huestes para comunicarles que perdieron más
de un millón y medio de votos en las elecciones del 26J porque han sido “víctimas de nuestra propia lucidez”. Este era
el gran secreto que se tenía guardado para hoy la socióloga podemita laBescansa. No sé cómo se dirá en
Catalán, pero, Dios mío, lo que hay
que oír. Y se han quedado todos -y todas- tan panchos, como el niño de la socióloga
en el Congreso de los Diputados,
cuando tomaba el desayuno. Y, además, elBarredor le ha dado un cargo en el
partido a Julio elRojo, el exJEMAD, para ver si se le pasa la
impotencia, porque ni en Zaragoza ni
en Almería, que no la unta. ¡De
vergüenza! Y el que no esté de acuerdo, que se rasque un pie, que el jefe es el
jefe y se va a ver a Obama,
el
de los Estados Unidos, que tiene
mucho que platicar con él, de parte de los antisemitas de la Izquierda Unida de elGarzón, que ha dejado a su excamarada a la cola de las oficinas
del INEM.
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