Aranzadi-Pamplona en Común, ya saben
los podemitas navarros, se niegan a condenar la masacre de Niza, donde los yihadistas, el Estado
Islámico, mató a ochenta y cuatro personas e hirió a decenas. Los podemitas
vascos no apoyaron la moción presentada por Unión del Pueblo Navarro y Partido
Socialista Navarro en la Junta de
Portavoces del Ayuntamiento pamplonés. Eso sí, afirman estos dos grupos que
desde que llegaron al ayuntamiento, los podemitas sólo se han dedicado a crear polémicas,
sembrar dudas sobre su gestión y beneficiar a familiares y amigos.
Por
si fuera poco, el grupo “Caravana a
Grecia”, auspiciado por los podemitas, y que fue recibido en el
ayuntamiento por el alcalde -podemita, por supuesto- ha impedido que se
guardara un minuto de silencio por la víctimas de Niza. Era más importante para ellos lanzar consignas contra la Unión Europea que recordar a los
asesinados y solidarizarse con sus familiares, tan sólo por un minuto. Pero, no
fue posible; ellos lo impidieron.
Ahora
que, no hay que extrañarse por ello. Sobradamente sabemos que son unos
verdaderos sinvergüenzas, y haber actuado de forma contraria a como lo han
hecho sería lo sorprendente. No podemos esperar otra cosa de ellos, cuando
desde la dirección de su partido se niegan a pertenecer al Pacto Antiyihadista -que no deja de ser un pacto de Estado- y se inventan un organismo paralelo,
su Comisión de la Paz, que no es
nada, aunque suficiente para su líder, elBarredor,
“coleta morada” -como se autodenomina-, que se fuma con los suyos la pipa de la
paz. Nada bueno podemos esperar de esta gente, cuyo jefe, elBarredor, echa la
culpa a Occidente de lo ocurrido en Niza, y afirma que el “fuego no se apaga
con fuego”, o lo que es lo mismo, que todo esto, la barbarie yihadista se acaba
con unos buenos servicios de información. Este hombre no es consciente, no
tiene la suficiente preparación como para saber que esto es algo más serio que
su pipa del humo.
En
el fondo, lo que quiere decir el podemita, Pablo
Manuel Iglesias, es que aquí, en Europa,
con estos, con los asesinos yihadistas, no hay una guerra planteada como tal,
sino algo así como un proceso. Es decir, para el podemita, con ETA sí había una guerra; con estos, no.
Se equivoca de tomo y lomo, como siempre que toca este tema, el podemita. Aquí,
nunca hubo una guerra contra ETA;
aquí, lo único que había era una banda mafiosa de asesinos, con la que acabó la
policía y la fuerza de la Ley del
Estado de España.
Lo
que está planteando el Estado Islámico en Occidente es una verdadera guerra,
por lo que hay que combatirlo como tal. Están los yihadistas tratando de
conseguir crear el pánico y el terror en Occidente. Y lo está logrando. Por esa
misma razón los países occidentales no pueden permanecer pasivos, como que con
ellos no va la cosa, mientras no se vean afectados por el terror y por el
dolor. Pero, como sigan en esa postura, mucho nos tememos que, en no mucho
tiempo, todos, o una gran mayoría, tendrán que lamentarlo.
El
Estado Islámico ha reconocido y se ha adjudicado la masacre de Niza, a través de uno de sus “soldados”.
Un elemento desalmado, con un camión -y por la desidia de unos policías- ha
provocado una matanza; pero, no estaba sólo, como quieren hacernos creer para
minimizar lo que se nos puede venir en un futuro, sino que, como ha quedado
demostrado, estaba apoyado por otros soldados yihadistas, a los que pidió poco
antes de la “carnicería” que le llevaran más armas.
No
nos cansaremos de repetir que algo hay que hacer, y de manera urgente, desde la
Unión Europea. No podemos los
ciudadanos de la Unión estar todo el día “acongojados” cuando cogemos un
transporte público o asistimos a un acto multitudinario por si a estos soldados
yihadistas les da por “actuar” donde nos encontramos. Ya lo saben, matar es
fácil, y en nombre de Alá más
todavía, justifican su fanatismo. Y barato. Y recemos porque ahora no se les
abra a estos yihadistas una nueva puerta de entrada a Europa desde el Bósforo. Que ese es otro cantar.
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