ElGordo pide ayuda a Urkullu, que
se la prestará con tal de dividir el voto
entre HB Bildu y los podemitas, que parecen afianzarse en las elecciones
del 25S
Vale,
vale, “que dizan lo que quieran,
mientras que no hazan”. Porque, a lo que se ve, estos batasuneros proetarras,
algunos, y filoterroristas, otros, están acusando el golpe, que, gracias a la
denuncia de las víctimas del terrorismo de COVITE,
se están llevando, cuando pensaban que nadie ni nada les iba a impedir -o al
menos intentar- que su líder Otejjji
se presentara a las elecciones vascas del 25 de septiembre. Tras la
manifestación independentista, por una República
Social Vasca, que ayer celebraron por las calles de San Sebastián, el portavoz de Sortu,
de apellido Rodríguez, abogó por el derecho
a decidir y se cabreó, porque a elGordo
le quieren hacer la puñeta impidiéndole que sea el candidato de los proetarras
de HB Bildu.
Ya
ven, para este tal Rodríguez no habrá quién se lo impida, lo de la candidatura;
es más ya pueden mandar a la Benemérita
o a la cabra de la Legión, que ellos
todo a derecho, como los burros. Lo que no sabe Rodríguez es que la Benemérita
no se ha marchado de las provincias vascongadas -o sea que está allí- y que la
cabra de la Legión se acaba de jubilar; mejor dicho, ha pasado a la reserva activa.
Para que se entere elRodríguez.
Así
y todo, elGordo, que se las hacía tan felices y comía perdices porque de la
cárcel iba a pasar a ser el inquilino del palacio de Ajuria Enea, ahora ya no ve tan claro el asunto, porque el fiscal
de la Audiencia Nacional está
empezando a ponerse pesado con el su caso de la inhabilitación y ya ha puesto
todos los mecanismo en marcha para impedirle ser candidato. Aunque el fiscal
vasco, diga misa, como dicen los del su partido, se va a tener que achantar y
pasar por el aro, o no, y, en ese caso, darse el piro. De todas formas, no
estaría demás que algún organismo de esos que tienen los jueces y fiscales
estudiara la actuación del fiscal vasco, por si acaso con él también cupiera la
inhabilitación o, al menos, alguna sanción ejemplarizante.
Lo
que resulta más claro, cada día que pasa, es que el etarra Otejjji está perdiendo
fuelle, que ya no es eso de los primeros días tras salir de la cárcel, donde
pasó seis años y medio por intentar, por órdenes directas de ETA, reconstruir la ilegalizada Batasuna. No nos olvidemos de ese dato.
Ya no se ha mostrado tan chulito como hace unos días, aunque sí desafiante, que
es su papel para no perder empuje entre los suyos. A eso de que nadie le
impediría ser el candidato, ni Estado,
ni Guardia Civil, ni Justica, ni Ejército, le sigue un “estaré en el Parlamento Vasco tras las elecciones del 25S, pese a la inhabilitación”. Desafía, sí, pero menos. Sólo trata
de estar en candelero, para que no pase a mejor vida, pues de hecho, el partido
ya tiene una sustituta, Madalene Iriarte,
apellido que nos recuerda a monseñor Iriarte.
En fin, para qué hablar del páter.
Lo
que le toca en estos momentos al etarra elGordo es pedir Dios y ayuda a los nacionalistas vascos, porque si no los podemitas
se van a comer, eso dicen, a los batasuneros. Otejjji insta a Urkullu a que no permita un “pucherazo”.
Y Urkullu, que sí, que bien, que te la presto, que mientras más se divida el
voto entre los podemitas y los filoetarras mejor para el PNV. Hombre no le va a pedir la ayuda a los convergentes catalanes,
que, dicho sea de paso, encantados, pero es que en estos momentos están tomando
cañas, en la casa de laRahola. Ni
puñetero caso, oigan, es que ni ha tenido eco el anuncio que hizo elGordo de
que ETA iba a entregar las armas en breve. ¡Como para atenderlo elPuiyidemón en
la petición de ayuda!
Y
los de laPesoé, de puente festivo.
Pues que sepan que todavía están a tiempo, a la vuelta, de sumarse a laPepé, Cíus y Upeydé para impugnar
la candidatura de elGordo. Ya sabemos que lo más probable es que tenga que ser
la Justicia la que decida en último
término, pero el gesto es el gesto y, de momento, el suyo es un gesto muy feo.
El hecho de ver a laPesoé alineada con los nacionalistas vascos y los podemitas
no gusta; en serio, está muy mal visto.
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