Ahora quieren tomarse un cafelito en la Plaza Mayor de Madrid,
que
aquí no ha pasado nada. Lo lamentable es que se lo permitan
Resulta
que ahora ni la una ni la otra se habían leído el atestado policial de los
hechos en los que dos municipales resultaron agredidos por manteros. Es lo que
la portavoza municipal, la podemita Rita
Maestre –la del torso desnudo- calificaba como poco menos que unos
empujoncitos de nada, un forcejo. O sea, que laRita –musa de Luis María
Ansón- debió conocer la versión de los manteros, antes que preocuparse por
el estado de los policías agredidos y por el parte policial. Así se desprende
de las declaraciones de Carmena laLoca,
que ha pedido el atestado para saber realmente qué fue lo que ocurrió.
Ya
saben que todos los sindicatos policiales del ayuntamiento madrileño pidieron
por unanimidad la dimisión de la portavoza laRita, o, en su caso, que
rectificara públicamente sobre lo del “forcejeo”. Pero, ella, ni lo uno ni lo
otro, aunque algún ademán ha hecho, pero, eso sí, ni nada convencida ella ni
nada convincente para los ciudadanos y menos para los policías. Pero, tiene
tanta cara dura esta gente, Carmena laLoca y laRita asaltacapillas –y el
incinerador de judíos, Guillermo Zapata-,
que culpan a los policías de no hablar con ellas, cuando ellas mismas dos no
quieren recibir a los sindicatos y, lo que es mucho más grave, ni tan siquiera
se han interesado por el estado de los dos agredidos o “forcejeados”, que dice
laRita. Sin embargo, a la alcaldesa le faltó tiempo para reunirse con los
manteros, cuando ya era más que conocedora de los hechos. Si era una reunión
que ya estaba concertada con anterioridad, pues se aplaza, hasta conocer la
versión policial e interesarse por cómo estaban los agredidos. Con esta acción
tan sencilla, por lo menos, no habría menospreciado a todo un cuerpo policial,
agentes de la autoridad, y habría servido de aviso a los manteros –por si
acaso- de que el cielo puede esperar.
Pero,
no. Carmena laLoca dio la bienvenida a los manteros en su despacho y les
ofreció, así, en nombre propio, la nacionalidad española, un techo gratuito bajo
el cual cobijarse, y ayudas sociales varias. Que por ofrecer que no quede. Hombre,
y eso es delinquir, lo de atribuirse lo que no tiene, la facultad de dar o
poner nacionalidad. Algo tendría que decir ahí la fiscalía, digo yo. O, por lo
menos, coñe, que no mienta, que además de ser muy feo –algo a lo que ya está acostumbrada-
le está creando falsas expectativas a los manteros, que, en la mayoría de los
casos, bastante desgracia tienen. Para mí que cualquiera de las dos actitudes
-el mentir y el arrogarse poderes públicos que no tiene-, que provienen de un
cargo de una institución son merecedoras de una investigación judicial.
Lo
de la podemita laRita ya no tiene ni calificativo. Se informa de los hechos por
cualquier parte menos por la que debe y poco menos que le dice a los policías
agredidos que les cae bien, por meterse donde no los llaman, que son unos
lloricas. Miente la poravoza diciendo que sólo hubo un forcejeo –baste recordar
que los agentes tuvieron que ser atendidos por el Sámur-, como mintió con el asalto a la capilla de la Complu. En principio decía que ella no
había estado allí, hasta que los videos –la evidencia- y la Justicia la sacaron de su amnesia.
Antes de ser juzgada anunció que si era hallada culpable dimitiría. Pero, como
ven, también mintió. Ahí sigue, en el Ayuntamiento de Madrid, mintiendo.
Como
mintió con el ascenso de su padre en categoría de funcionariado municipal
(Paréntesis abierto: todavía ha ascendido más hace tan sólo unos días. Cierre
de paréntesis). Así actúa esta gente, tirando pedradas y escondiendo la mano. Ellos
no han sido. Mienten. Ahora la alcaldesa disculpa a su portavoza, convencida de
que no tiene que dimitir, que es muy maja la niña. Ahora se ofrecen las dos
para hablar con los sindicatos policiales, pero todavía ni han preguntado por cómo
se encuentran los dos policías agredidos. Ahora quieren tomarse un cafelito en la Plaza Mayor de Madrid, que aquí no ha pasado nada. Pero, lo más
lamentable es que se lo puedan permitir y que se lo permitan. Más por mentir
que por sus negocios familiares en Jersey
tuvo que dimitir el exministro Soria,
que, por lo mismo, se ha quedado sin cargo en el Banco Mundial.
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