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domingo, 25 de septiembre de 2016

Los terroristas nunca se arrepienten

El Gordo sólo comprendió el dolor de las familias
de los asesinados por ETA cuando falleció su madre

Ya saben que igual que les digo una cosa les digo la otra. Y no es de hoy. Hace unos días le endilgaban al periodista Alfonseo Rojo una multa de veinte mil euros, por llamar gilipollas y sinvergüenza al podemita elBarredor. El juez que dictó sentencia seguro que quedó a gusto y tranquilo en conciencia ¡Válgame Dios! Acaso fuere de los que esperan a que gane Podemos para recibir órdenes y que nos metan a todos en la cárcel. Cuando el podemita se refiere a otros con esos mismos calificativos o peores, como acusar al expresidente del Gobierno Felipe González de asesino, con lo de la cal viva, oigan, que lo recordarán, no pasa nada. Eso fue muy gordo.

Así, que ya les digo, de demencial se puede calificar la no actitud de jueces y fascales, a los que les corresponda, por no actuar contra el etarra Otejjji, por sus declaraciones, que más son amenazas que otra cosa. Para mí que lo que ha dicho sobre una posible vuelta de ETA a las armas, y cómo lo ha dicho, sería más merecedor de cárcel y durante más tiempo que por lo que estuvo últimamente en la paz y tranquilidad de la sombra.
El etarra Otejjji, más conocido por El Gordo, tenía planificado, y así lo hicieron correr los sus partidarios, anunciar el desarme definitivo de la banda terrorista ETA, pero siempre y cuando se le permitiera presentarse a las elecciones que se han celebrado hoy en el País Vasco. Estaba inhabilitado, y él lo sabía hasta 2021, pero quiso jugar la baza del desarme, lo que no dejaba de ser una coacción. Tan convencido estaba de que ganaría el pulso que anunció que no había Estado, Justicia ni Guardia Civil -nadie-que se lo impidiera. Pero se equivocó, la Justicia cortó por lo sano y le dijo que no era no -como Sánchez a Rajoy- y que si no lo entendía le hacían un croquis. Fue que no, y no pasó nada. En eso estamos.
Pero este etarra Otejjji, el hombre "bueno y de paz", como lo calificó Rodríguez Zapatero, elCetapé, como hemos podido ver, no ha hecho ningún anuncio de desarme definitivo de la banda asesina etarra. Desde luego consecuente sí ha sido. No me dejan ser candidato, no hay desarme. Pero, es que, además, a dejado entrever, es más ha reconocido, que hay un sector de la "izquierda abertzale" dispuesto a volver a las armas. Es decir que todavía hay quien persiste en la utilización de la violencia, del asesinato, del tiro en la nuca y a traición para conseguir sus fines, los cuales nunca han logrado por esa vía.
El sólo hecho de esas manifestaciones -el querer chantajear al Estado y vincular el beneplácito a poder presentarse como candidato a la entrega de las armas y la velada amenaza de que ETA podría volver a matar- ya es causa suficiente, me da a mí, para que la Justicia actuara ya, que al menos lo hubiera llamado a declarar, para que contara qué es lo que se está cociendo, y actuar en consecuencia. Pero, se ve que no.
Está más que claro que los terroristas no se arrepienten, no piden perdón a las víctimas, no las indemnizan, no colaboran con la Justicia -hay más de trescientos asesinatos sin aclarar, sin que sepamos quiénes fueron sus autores-. La Vía Nanclares es una vía muerta. El Gordo -que jamás ha pedido perdón a las víctimas- sólo comprendió el dolor de los familiares de los asesinados cuando falleció su madre. El dolor que le causó la muerte de su progenitara -cuando él penaba en prisión- fue lo único que lo acercó al dolor que han podido sufrir las víctimas de la banda etarra. A su madre, por cierto, no la asesinaron. Ahora, elGordo nos amenaza de nuevo con las armas. Y con estos ya han pactado en muchos lugares los podemitas. Y con los podemitas quiere pactar elPedroQué.

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